El ébola es una enfermedad que en la peor de las crisis ha dejado el 90% de muerte en sus afectados.
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Las autoridades sanitarias de Honduras negaron estar alarmadas ayer lunes ante algún riesgo de ébola en el país, aunque están al tanto y en alerta, después de un brote de esa enfermedad viral que ha dejado varias muertes, para ser exactas, más de 880 personas en África Occidental.
"Las posibilidades de que (el virus del ébola) entre a nuestro país son bajas, pero permanecemos alerta", aclaró a los periodistas el viceministro hondureño de Salud, Francis Contreras.
Sin embargo agregó que los servicios sanitarios del país han girado las instrucciones para hacer más fuertes las precauciones para encontrar posibles viajeros que tengan el mortal virus.
La enfermedad "está siendo vigilada y monitoreada diariamente en relación al flujo migratorio de pacientes procedentes de frica", subrayó el funcionario.
De acuerdo al último recuento llevado a cabo por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el brote de ébola en frica Occidental tiene infectadas a 1,603 personas, de las cuales 887 han fallecido.
El ébola -que es transmitido por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados- viene junto a hemorragias graves y puede tener una tasa de mortalidad del 90%.
Los primeros síntomas del ébola, cuya aparición se registró en 1976, son fiebre repentina, una debilidad intensa, dolor muscular, de cabeza y de garganta, seguidos de vómitos, diarreas, erupción cutánea, funciones renales y hepáticas alteradas e intensas hemorragias internas y externas.