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A pesar de tratarse de una conducta delictiva relativamente frecuente en nuestro país, el acoso sexual contra las mujeres sigue siendo poco denunciado, según coinciden jueces y juezas especializados en Violencia de la capital.
Según estadísticas proporcionadas por la Oficina de Implantación del Complejo Judicial Central Managua, desde el mes de enero hasta finales de julio de este año, se han judicializado apenas cinco casos de acoso sexual, uno menos que lo contabilizado durante el mismo periodo del 2013.
Para la doctora Henryette Casco Batres, titular del juzgado Quinto de Distrito Penal Especializado en Violencia de Managua, la falta de denuncia del delito de acoso sexual en los tribunales de justicia se debe “probablemente a que la gente ve “naturalizado” esos actos delictivos”.
“El constructo social ha naturalizado como algo normal el acoso sexual, de tal manera que incluso las victimas no sienten que les están lesionando un derecho humano. En esta judicatura que yo recuerde no existe ningún caso de este tipo de delito”, explicó la jueza especializada en violencia de la capital.
El acoso sexual está tipificado en la legislación penal vigente cuando alguien “de forma reiterada o valiéndose de poder, autoridad o superioridad demande, solicite para sí o para un tercero, cualquier acto sexual a cambio de promesas, explícitas o implícitas, de un trato preferencial o de amenazas relativas a la actual o futura situación de la víctima”. Las penas oscilan entre uno a cinco años de prisión.
El famoso “piropo”
“En la estructura del acoso sexual interactúan varios elementos ya que este tipo penal no sólo ocurre en un ámbito, puede darse en el trabajo, universidades, colegios, hogar entre otros sitios”, explicó por su parte el doctor Edén Enrique Aguilar Castro, juez tercero de distrito penal especializado en violencia de Managua.
A criterio de este judicial el famoso “piropo” -como manifestación del acoso sexual- es una “expresión directa de violencia hacia las mujeres que debe ser erradicado, porque es un componente cultural negativo”.
Para erradicar esta violencia, sostiene el doctor Aguilar Castro, “debemos hacer énfasis en las capacitaciones, fomentar la educación de género para crear un escenario en donde las mujeres no sean vistas como objeto sexual y empoderarlas de sus derechos”.
Por su parte el doctor Harold Javier Leal Elías, titular del juzgado cuarto de distrito especializado en violencia de la capital, manifestó que las pocas denuncias de este delito se deben en parte “a que algunas personas posiblemente no le den mucha importancia a esos actos”.
“Este delito atenta contra la libertad sexual de las personas, porque no permite la libre circulación de las mujeres que se ven agredidas por expresiones que les faltan el respeto”, dijo el juez, en cuya judicatura se contabiliza sólo un caso en lo que va del año.
El doctor Leal Elías recordó que la Ley 779 protege a las mujeres de las múltiples expresiones de violencia, como es el caso del acoso sexual, que incluye en su ejecución contra la víctima agresión verbal y sicológica.
“El acoso sexual está sancionado por la ley pero debemos analizar hasta qué punto la victima decide denunciar el hecho y a su agresor, por eso son importantes las campañas de sensibilización que realizan las instituciones que atienden esta problemática”, dijo el juez Harold Leal Elías. Durante el año 2013 se contabilizó un total de 15 casos nuevos por acoso sexual e ingresaron dos recursos de apelación.
