La red Tor es una de las más utilizadas que logra esconder las direcciones IP de sus usuarios para evitar se descubiertos.
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El FBI pudo hackear a los usuarios de la red anónima Tor, que esconde sus direcciones IP de sus usuarios, para evitar la revelación de su identidad, según la revista 'Wired'. El FBI se hizo el dueño de tres páginas web de pornografía infantil en la red oscura, y pudo detectar al menos a 25 de sus visitantes, algunos de los cuales quizás llegaron a estas páginas por error.
No es la primera vez que el FBI utilizar herramientas de piratería electrónica, pero sí es la primera vez que se logra un 'hackeo' masivo contra los visitantes de ciertas páginas web y no a ciertos usuarios en ataques individuales.
El FBI usó un código abierto de la herramienta Metasploit Decloaking Engine, un programa de seguridad informática que 'ataca' los sistemas, haciendo la búsqueda en ellos vulnerabilidades y quebrando bajo el anonimato. Por esa razón puede ser utilizado tanto por delincuentes que buscan 'hackear' sistemas, como por especialistas de seguridad que tengan por misión mejorarlas.
El FBI se apoderó de tres páginas de pornografía infantil en la red anónima, y 'convenció' a algunos de los visitantes para que instalaran la aplicación Flash, revelando de esta manera las identidades de 25 personas dentro de EE.UU. y un número desconocido de visitantes de fuera. El problema reside en el hecho de que a través de un mecanismo tan anticuado y conocido por los usuarios de Tor, el FBI logró identificar solo los usuarios con menos experiencia, y no a los delincuentes más veteranos, según 'Wired'.