Grupo logró a principios de año romper y culminar exitosamente el cómputo de un logaritmo discreto de un elemento de campo finito de 1551 bits
Este hallazgo coloca al grupo de investigación del Cinvestav en la cima de la ciencia a nivel internacional en temas de criptografía.
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En la competencia internacional para analizar la solidez y seguridad real proporcionada por los sistemas de intercambio de datos en transacciones de comercio electrónico, e-gobierno y bancanet, entre otros, el grupo de investigación del Departamento de Computación del Cinvestav, encabezado por Francisco Rodríguez Henríquez, se encuentra entre los cuatro primeros lugares del mundo.
Este grupo logró a principios de año romper y culminar exitosamente el cómputo de un logaritmo discreto de un elemento de campo finito de 1551 bits ─lo cual implica la solución de un problema en un espacio de búsqueda con un tamaño de 467 dígitos decimales─, en un tiempo equivalente a 918 horas o 38.25 días de cómputo, para romper el récord mundial impuesto por un grupo japonés en 2012.
“El récord del grupo japonés calculó el logaritmo discreto en un campo finito de 923 bits, cuyo tamaño de espacio de búsqueda es un número de sólo 278 dígitos decimales, en comparación con el nuestro que fue de 1551 bits con un tamaño de espacio de búsqueda de 467 dígitos decimales”, explicó Rodríguez Henríquez, quien es doctor por del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Computación de la Universidad de Oregón.
Si bien el cómputo alcanzado por el equipo mexicano se mantuvo como récord mundial por poco tiempo, dado que fue superado por un grupo suizo-irlandés unos días después, su trabajo científico le ha valido colocarse entre los primeros cuatro lugares a nivel mundial, al ser el primer grupo en romper este problema criptográfico
De manera general, las aplicaciones de seguridad informática tienen como finalidad garantizar la seguridad de la información e impedir su robo; por ejemplo, atacantes maliciosos intentan cotidianamente leer los números de las tarjetas de crédito utilizadas en transacciones por internet. Si éstos han sido cifrados adecuadamente, se espera que las aplicaciones informáticas sean capaces de resistir esos ataques.
La información e identidades digitales se protegen a través de candados virtuales, cuyas garantías de seguridad están sustentadas en problemas matemáticos que se consideran extremadamente difíciles de ser resueltos, y que son puestos a prueba de manera científica a través de técnicas conocidas como criptoanálisis.
“Los criptógrafos proponen problemas matemáticos que suponen difíciles de resolver y que pueden actuar como candados, mientras que los cripto-analistas los estudian para encontrar sus debilidades e inutilizarlos a fin de hacer el sistema de seguridad más confiable. De modo que el diseño de candados virtuales que no puedan ser rotos sean los utilizados en un futuro”, destacó Francisco Rodríguez.
“Con base en la dificultad de resolver este problema, se ha desarrollado una infraestructura de software que asegura la confidencialidad en el contenido de los correos electrónicos, evita el robo de los números de tarjetas de crédito enviados por Internet y permite verificar la identidad de las personas y/o entidades con las que se interactúa en línea, entre otras cosas”, preciso el investigador.
Sin estos estudios la industria podría usar sistemas criptográficos para aplicaciones de comercio electrónico o garantizar confidencialidad, bajo el supuesto de que alcanzan un nivel de protección de 128 bits, considerado seguro, pero sin tomar en cuenta el peligro de que hackers con intereses comerciales o políticos rompan las llaves secretas de los sistemas, explotando de las debilidades reveladas por el grupo de Rodríguez Henríquez.
“La investigación muestra que los científicos en el Cinvestav se encuentran en la cima de la ciencia a nivel internacional en temas de criptografía, porque a nivel mundial sólo hay cinco grupos que compiten entre sí haciendo análisis de este tipo: dos en Francia, uno integrado por suizos e irlandeses, otro en Japón y el del Departamento de Computación del Cinvestav”, señaló Francisco Rodríguez.