Siguen las fuertes bombardeos de Israel a la Franja de Gaza.
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GAZA – Es un río de cadáveres el que llegó ayer por la mañana al hospital de Shifa de Gaza, mientras los funerales se hacían en medio de los bombardeos de Israel.
En la morgue no había más lugar para todos, también porque solo en la batalla de Sajaya, al este de Gaza, se reportaron cerca de 60 muertos y cientos de heridos.
Ante la falta de cajones frigoríficos de la morgue, los cuerpos tuvieron que ser depositados en el suelo.
Desde ayer tempranito, las calles de Gaza -mientras seguían los bombardeos israelíes de artillería y la aviación- fueron atravesadas por una serie de cortejos fúnebres.
Desfilaban seguidos por las miradas de los desplazados que, al no haber más sitio en las estructuras de la Oficina de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), acamparon en jardines públicos o tuvieron que lanzarse las veredas.
A los familiares les fue permitido dar una última mirada a sus seres queridos, antes de que los envolvieran en sudarios blancos.
Los cuerpos del hospital fueron transportados a una mezquita cercana, donde sólo los hombres lograron ingresar. Allí se recitaron las oraciones para los muertos, mientras desde los minaretes se leían versículos solemnes del Corán.
Las almas de los caídos son destinadas al Paraíso, se reconfortaba la multitud de luto. En base a la tradición, se abstuvieron de lavar los cuerpos, pues tratándose de "mártires", llegaron a un nivel de pureza tal que nadie intentó tocarlos.
Para los familiares, el problema más grave fue encontrar un rincón de tierra para las inhumaciones.
Los cementerios importantes de Gaza se encuentran en los márgenes de la Franja, en zonas que han sido hechos en los últimos días en escenario de combate entre Hamas y el ejército israelí. Allí no fue posible arriesgarse.
Entonces fue un juego de fuerza regresar al cementerio del barrio Sheikh Radwan, que había sido cerrado hace 10 años porque estaba superpoblado. Se reabrió un portón y se preparó en poco tiempo un pedazo de tierra arenosa para albergar de modo decoroso a los muertos del día.
No tan lejos de allí fue reactivado otro cementerio pequeño de Gaza City.
Mientras tanto en la mezquita cercana al hospital Shifa las oraciones se habían terminado. También estuvo hoy de luto un dirigente de Hamas, Halil al-Haya, que en los bombardeos israelíes perdió algunos de sus allegados.
"Su sangre no fue derramada en vano. Verán, Hamas logrará la victoria", declaró Haya desde una localidad secreta.
Igual firmeza se escuchó, desde el hospital Shifa, de un portavoz de Hamas, Fawzi Barhum. "Estamos defendiendo nuestra tierra y estamos listos para combatir hasta la última gota de sangre", exclamó.
Se organizaron los cortejos fúnebres que rápidamente llegaron al cementerio. La tierra quemaba debajo de los pies. A lo lejos se escuchaban ecos de las batallas en curso.
Los entierros se realizaron rápidamente. Con el tiempo justo para dejar un cartel en cada tumba, y la multitud se dispersó.
Cuando finalice la guerra se encontrará el tiempo para dar un adiós más íntimo y profundo a los fallecidos, y para una sepultura definitiva.