Estados Unidos, Canadá y Japón comenzaron con sanciones para presionar a Moscú el referéndum realizado.
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La Unión Europea se siente con la disposición de aplicar sanciones contra Rusia después de la incorporación de Crimea, a pesar de las consecuencias que traería sobre su economía una importante suspensión de contratos, señalaron ayer martes los expertos.
El presidente francés, François Hollande, reaccionó con esta incorporación de Crimea a Rusia exhortando a "una fuerte y coordinada respuesta europea" a realizarse en la próxima cumbre europea de los 20 y 21 de marzo.
Por su lado, el ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague, hizo el anuncio que su país suspendía "toda colaboración militar" con Rusia.
Su homólogo francés, Laurent Fabius, aseguró contemplar la posibilidad de anular la venta por Francia de dos navíos militares Mistral a Rusia.
La Cámara de Comercio franco-rusa expresó la semana pasada su "extrema preocupación"• Y "los medios de negocios y sindicales alemanes están claramente en contra de las sanciones" contra Rusia, asegura François Heisbourg, de la Fundación para la investigación estratégica (FRS), basada en París.
Pero "los rusos son más vulnerables que los europeos frente a las sanciones: Rusia representa poco más del 1% del comercio exterior de la Unión Europea, pero ésta supone el 50% del comercio exterior de Rusia", asegura Heisbourg.
Y a pesar que la UE importa aún cerca del 30% de su gas de Rusia, "al menos a corto plazo salimos de un invierno muy suave y las reservas están llenas", explica.
"Vamos (los europeos) a sufrir, pero Rusia sufrirá más en el plano económico", detalló por su parte Dominique Moïsi, del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI).
Alemania, tercer socio comercial de Rusia y primero en Europa -con 6.000 empresas en territorio ruso y 300.000 empleos alemanes que dependen de las relaciones con Moscú- es el país "que más tiene que perder", según Stefan Meister, experto del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, un grupo de reflexión.
Sin embargo, la canciller alemana, Angela Merkel, parece haber aceptado que las sanciones contra Rusia son ahora inevitables. "Debemos exigir que el derecho internacional sea respetado y no podemos quedarnos sin hacer nada cuando es violado", aseguró Merkel el viernes ante las federaciones patronales en Múnich.
Putin sobreestima fuerzas
Para François Heisbourg, "la forma en que la canciller ha pasado la semana pasada del tradicional discurso alemán, muy próximo a los intereses de los rusos, a uno menos contemplativo, demuestra que no hay diferencias" entre los europeos frente al presidente ruso, Vladimir Putin.
La UE y Estados Unidos ya comenzaron a sancionar el lunes a varios altos responsables rusos y ucranianos y podrían tomar próximamente medidas más fuertes, "los europeos han aprendido con la crisis iraní cómo implementar de forma eficaz sanciones económicas y financieras", destaca François Heisbourg.
Vladimir Putin "se equivoca cuando sobreestima sus fuerzas" analiza Dominique Moïsi. Para él, "habrá divisiones en el seno del poder ruso: se ve claramente que el poder económico, la Bolsa de Moscú, están nerviosos ante este creciente aislamiento de Rusia".
Sobre todo porque, frente a la amenaza rusa, "hay un acercamiento entre Estados Unidos y Europa en el ámbito de las sanciones económicas", explica Heisbourg.
Tras la integración de Crimea a Rusia, "el Congreso estadounidense va aplicar sanciones que van muy lejos, incluso contra terceros países que sigan trabajando con Rusia" advierte. "Los europeos se verán obligados a reaccionar", añade.