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El pasado sábado 15 de marzo del 2014 falleció el famoso locutor noticioso y comercial de la década de los 60, Benjamín Arrieta Kampos. Escribo su segundo apellido con K porque cuando yo lo conocí en Radio 590 punto, propiedad de don Frank Arana Valle, a él le gustaba decir que su segundo apellido se escribía con K no C , Kampos. Hasta lo tenía escrito en la cabina de la Radio para que lo escribiéramos así. Lo conocí cuando era mensajero del Noticiero “Ultima Hora” de Roberto Arévalo Alemán. Eso lo distinguía al igual que sus dos profesiones la de agente de ventas de viajes aéreos Munditur, locutor comercial y noticioso.
Sabía combinar esas dos acciones ya que los que se dedicaban al campo de la comunicación en la década de los 50 y 60 , en el periodístico, el artístico, locución, escritores de libretos de radionovelas, guiones de anuncios publicitarios , los ingenieros de sonido, y, otros menesteres ligados a la industria radial y periodísticos, buscaban una alternativa para mantener el sustento diario de ellos y su familia, a través de otras actividades comerciales o profesionales.
Benjamín Arrieta Kampos laboró desde el año 80 en El Despertar Noticioso que dirige Freddy Rostrán Aráuz, y, anteriormente lo hizo en Radio Panamericana en el año 1957, según leí sobre su biografía escrita por el colega Freddy. Laboró en Radio Mundial, la catedral de radio, en el Radioperiódico La Verdad del fenecido Francisco Carranza Chamorro y Joaquín Absalón Pastora en la década de los 60, según datos recabados.
Mincho era un gran amigo y siempre caminaba fumando y con la rapidez propia del trajinar que significa la puntualidad de estar difundiendo los programas radiales a la hora establecida. Tuvo esa calidad y certeza de tomar la decisión de su vida cuando de repente no lo ví más inhalar humo. Dejó ese hábito para siempre y fue un gran ejemplo para mi persona. Gracias Mincho por tu amistad y tendremos siempre tu recuerdo. No pude estar en su vela , ni despedida final porque andaba en una gira periodística en El Salvador, Centroamérica. La triste noticia me la proporcionó Carlos Rostrán el lunes en una actividad propia de los medios de comunicación. Varias veces llegué a su lecho de enfermo a su casa pero no pude despedirme de su persona por última vez. Por eso, cada vez que veo a un amigo o amiga que tengo muchos años de no verlo, me cruzo a saludarlo porque podría ser el final y nunca más podría saber sobre su ser. Sin embargo, me queda en mi mente lo bondadoso, alegre y disciplinado que fue el finado Mincho, Benjamín Arrieta Kampos. Que en paz descanse.