actualizado 6 de marzo 2014
Mujica y la Madre de Bachelet premiados por defender de derechos humanos
A Mujica lo destacan por permitir la venta de marihuana en su país
Cables
En la primera foto el presidente de Uruguay, José Mujica; le sigue a activista Ángela Jeria de Bachelet, madre de la presidenta electa de Chile, Michelle Bachelet.
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El presidente de Uruguay, José Mujica, y la activista Ángela Jeria de Bachelet, madre de la presidenta electa de Chile, Michelle Bachelet, lograron ayer el premio Monseñor Leónidas Proaño, por ser un reconocimiento a su lucha y defensa de los derechos humanos en Latinoamérica, pero sobre todo en el cono sur de las Américas.
La Asociación Latinoamericana por los Derechos Humanos (ALDHU), que brinda esta distinción, ensalzó las "reformas sustanciales" realizadas por el Gobierno de José Mujica, entre las que señaló la consagración del matrimonio igualitario, la despenalización del aborto y la legalización del mercado y cultivo de la marihuana.
ALDHU ponderó además la "prédica y práctica de austeridad y sencillez" que diferenciaron el estilo de vida del mandatario uruguayo. Mujica, de 78 años, fue parte de la guerrilla de los tupamaros en los años sesenta del siglo pasado y lo metieron preso cuatro veces, llegando a pasar al menos quince años encarcelado, la mayoría durante la dictadura uruguaya (1973-1985) y algunos en condiciones infrahumanas.
Después de su salida de prisión, se unió al marco político democrático y fue diputado, senador, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca y, finalmente, presidente de la República uruguaya desde 2010. El mandatario aludió al premio como "un aliciente", y aseguró que su vida entera era "irreverencia", lo que lo convertía en "el personaje menos indicado para los homenajes".
"Cuando a uno le empiezan a dar esta clase de premios, es porque está en una para salir (morir), y yo todavía no pienso salir. Genio y figura, hasta la sepultura", ironizó. Con respecto a sus reformas, Mujica señaló que "el matrimonio igualitario es más viejo que el hombre" y abundó en la necesidad de implantar una política sobre drogas que le "robe el mercado al narcotráfico" y trate la drogadicción como un problema de salud.
Por otra parte, ALDHU subrayó en el mismo acto la labor de Ángela Jeria al organizar programas de auxilio para refugiados, desterrados y desplazados por la violencia en varios países de la región. Jeria, de 87 años, experimentó el secuestro, la reclusión en un campo de concentración y el destierro por parte de la dictadura militar chilena (1973-1990).
Su esposo, y padre de Michelle Bachelet, llegó a ser el general de la Fuerza Aérea chilena Alberto Bachelet, a quien el Gobierno de facto de Augusto Pinochet apresó y torturó hasta la muerte. Jeria tomó el galardón "en nombre de todos los chilenos que lucharon contra la dictadura" y elogió el discurso de Mujica en la sede de la ONU el pasado septiembre.
Los premios consistieron en dos cuadros del artista chileno-español José Balmes, referidos a un trágico episodio de represión de la dictadura chilena hacia un grupo de jóvenes.
Personajes como el juez español Baltasar Garzón, la activista guatemalteca Rigoberta Menchú y el uruguayo Enrique Iglesias, secretario general iberoamericano, también han recibido anteriormente esta distinción.
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