Para los científicos a estas alturas es imposible evitar el derretimiento de los polos, lo que se podría hacer es acciones que causen este efecto más lento.
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La gigantesca plancha de hielo de la Antártida occidental ha comenzado un proceso lento e indetenible de colapso, revelaron dos estudios nuevos.
Científicos bajo la alarma indicaron dicen que el nivel del mar podría incrementar más que lo previsto. Estos desenlaces, a pesar de ser tan preocupantes, no son próximos.
Los científicos detallan que ocurrirá en cientos de años, pero en ese lapso el derretimiento iniciado estaría elevando los niveles del mar de 1,2 a 3,6 metros (de cuatro a 12 pies).
Un estudio de la NASA de 40 años de información terrena, aérea y satelital del llamado "punto más débil de la Antártida occidental" descubrió que el derretimiento es más rápido que lo previsto y ha cruzado un umbral crítico que pone en marcha un proceso parecido a la caída de las fichas de dominó.
"Efectivamente, parece ser veloz", dijo el glaciólogo Ian Joughin, autor principal de uno de los estudios. "Estamos presenciando las etapas iniciales".
El calentamiento global causado por el hombre y el agujero de ozono han modificado los vientos antárticos y calentado el agua, lo cual destruye las bases del hielo, dijeron investigadores durante una conferencia de prensa de la NASA ayer lunes.
"El sistema está en una suerte de reacción en cadena imparable", dijo el glaciólogo de la NASA Eric Rignot, autor principal del estudio de la NASA en la revista especializada Geophysical Research Letters. Cada proceso en esta reacción alimenta al siguiente".
Hacer limitadas las emisiones de combustibles fósiles para hacer un poco más lento el cambio climático probablemente no detendrá el derretimiento, pero sí estaría desacelerando el proceso, añadió.
Rignot y otros científicos dijeron se ha quebrado la línea donde el hielo pierde contacto con la tierra y se convierte en una plancha flotante, y que sirve de dique de contención del retroceso del glaciar. Lo único que estaría deteniendo el retroceso es una montaña o colina, y en esta región de baja altura no hay ninguna. Se podría comparar con el vino que fluye de una botella descorchada colocada en el plano horizontal, acotó.
Rignot estudió seis glaciares de la región, especialmente el Thwaites, con un área de unos 610,000 kilómetros cuadrados (236.000 millas cuadradas). Thwaites está tan conectado con otros glaciares, que impulsa la pérdida en otras partes, dijo Joughin, cuyo estudio apareció ayer lunes en la revista Science.
El estudio de Joughin utiliza simulaciones informáticas y concluye que "ha comenzado la etapa inicial del colapso". Rignot, cuyos datos revelan que el derretimiento se está acelerando desde la década de 1990, dijo que la palabra "colapso" puede significar una pérdida demasiado rápida y que se trata más bien de un colapso en cámara lenta que "no podemos detener".