actualizado 7 de nov. 2014
Funides aborda impacto de la posible no renovación de los TPL en Nicaragua
La no extensión de los TPL podría generar al país una pérdida de 7 mil empleos directos
Redacción Central
Es necesario mencionar que el sector textil confección es el de mayor participación en el régimen de zonas francas del país.
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Sobre la posible no renovación del “Tratamiento Arancelario Preferencial para Prendas de Vestir no Originarias de Nicaragua”, comúnmente llamados TPL, FUNIDES presentó en su tercer Informe de Coyuntura Económica de 2014 los resultados de una investigación en la que se consultó a empresas exportadoras que han recibido este beneficio, sobre sus ajustes ante la posibilidad de no continuar contando con este beneficio, y de esta forma estimar el impacto de la posible no renovación de los TPL en indicadores claves que pudieran ser afectados por el próximo vencimiento de esta preferencia (31 diciembre 2014).
Es necesario mencionar que el sector textil confección es el de mayor participación en el régimen de zonas francas del país, uno de los principales sectores exportadores de Nicaragua y de singular relevancia en términos de generación de empleo con alta participación de mujeres, así como generación de ingresos (divisas).
En términos generales, se estima que la no extensión de los TPL podría generar al país una pérdida de 7 mil empleos directos, aproximadamente el 10 por ciento de la fuerza laboral de las empresas de textil confección bajo el régimen de zona franca.
Para minimizar el posible impacto negativo y potenciar las oportunidades que se puedan presentar, FUNIDES recomienda:
• Continuar promoviendo la diversificación, tanto de productos como de mercados.
• Continuar promoviendo la inversión de empresas en Nicaragua, destacando algunas condiciones favorables como la operación bajo régimen de zona franca, la seguridad ciudadana, salarios competitivos en comparación con el resto de la región, disponibilidad de mano de obra capacitada y con facilidad de ser entrenada, cercanía a mercados relevantes, entre otros. Esta labor se ha venido realizando, tanto por agentes públicos como privados, pero debe ser fortalecida.
• Debido a que el alto costo de la energía sigue siendo una de las principales limitantes para la promoción y desarrollo del sector, tanto el sector público como el privado, deberán continuar buscando alternativas que permitan reducir el costo de energía. Lo anterior permitirá los encadenamientos productivos mediante el surgimiento de estructuras horizontales y verticales para el establecimiento de empresas productoras de bienes intermedios tales como telas e insumos.
• Atención puntual a trabajadores afectados.
• Es necesario que el estado intervenga de forma más decisiva como agente facilitador de las inversiones. Para ello se requiere que las diversas instituciones, entre ellas Aduana, DGI y Registro Público Mercantil, entre otras, trabajen de manera más coordinada y eficiente. Lo anterior permitirá la eliminación de las barreras burocráticas que restan competitividad a las empresas.
• A nivel gubernamental, la prioridad debe centrarse en una política de educación y capacitación de la mano de obra nicaragüense que permita atraer inversiones de mayor valor agregado al país. Al respecto se ha venido mencionando la necesidad de establecer un instituto de capacitación para el sector textil – confección.
• El Gobierno deberá promover la asociación de inversiones público-privadas para el establecimiento de un complejo industrial que propicie la instalación de empresas que fomente la integración vertical de la industria: hilandería, textileras, confección, insumos, etc.
• Continuar fortaleciendo la institucionalidad como un todo, enfatizando el estado de derecho y el cumplimiento de contratos.
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