Duvalier murió en casa de un amigo en Puerto Príncipe donde se había estado quedando
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Puerto Principe - Haití -- La muerte del depuesto dictador de Haití, Jean-Claude Duvalier, quien era autoproclamado "presidente vitalicio" , que manejó un gobierno caracterizado por su crueldad y violación de los derechos humanos que a la postre terminó con un levantamiento popular, en la década de los 80 que lo llevó al exilio de 25 años, falleció el pasado fin de semana de un ataque cardíaco. Tenía 63 años.
Duvalier murió en casa de un amigo en Puerto Príncipe donde se había estado quedando, informaron su abogado, Reynold Georges, y funcionarios haitianos.
El ex líder, conocido como "Baby Doc", regresó sorpresivamente a Haití en 2011, lo que permitió a las víctimas de su régimen promover una demanda en su contra en los tribunales haitianos y a algunos viejos aliados a reunirse en torno a él. Sin embargo, ninguna de las dos partes logró imponerse y un frágil Duvalier pasó sus últimos años en tranquilidad en las colinas arboladas que rodean la capital del país.
El presidente Michel Martelly expresó sus condolencias a la familia del ex dictador, sin hacer mención de las violaciones generalizadas a los derechos humanos que sucedieron bajo las órdenes de Duvalier y su padre y predecesor más notorio, Francois "Papa Doc" Duvalier.
"En nombre del gobierno entero y del pueblo de Haití, aprovecho esta triste ocasión para dar mi más sincero pésame a su familia, sus parientes y sus partidarios en todo el país", dijo Martelly.
Francois Duvalier fue un médico que se convirtió en dictador y que promovió el "Noirisme", un movimiento que pretendía resaltar las raíces africanas de Haití por encima de las europeas y unir a la mayoría negra frente a una élite mulata en un país dividido por las clases y el color de la piel.
"Papa Doc" torturó y asesinó a sus rivales políticos, apoyándose en una atemorizante milicia civil conocida como los Tonton Macoutes.
En 1971, Francois Duvalier murió repentinamente de una enfermedad después de nombrar a su hijo como su sucesor. A los 19 años, Jean-Claude Duvalier se convirtió en el presidente más joven del mundo.
Jean-Claude Duvalier gobernó 15 años, manteniendo al grupo Tonton Macoutes y la brutalidad del régimen de su padre. Si bien su administración fue vista como menos violenta y represiva que la de Francois Duvalier, era quizá más corrupta.
Las exhortaciones a la libertad de prensa y las críticas personales, que nunca fueron toleradas bajo la dictadura de su padre, surgieron esporádicamente durante el mandato de Jean-Claude Duvalier, debido a la presión internacional. Sin embargo, grupos defensores de los derechos humanos documentaron abusos y persecución política. Un trío de prisiones —conocidas como el "Triángulo de la Muerte" y que incluían la temida Fort Dimanche para presos de larga duración— simbolizaron la brutalidad de su régimen.
Desde su regreso del exilio, las víctimas del régimen han testificado en una pesquisa sobre violación de los derechos humanos durante su mandato de 15 años, pero el caso había sido muy irregular y había registrado pocos avances. Su muerte pone fin a ese intento sin dar a Haití la oportunidad de reconciliarse con el pasado, dijo Amy Wilentz, autora de varios libros y reportajes sobre "Baby Doc" y el país.
"Lo que esto significa es que nunca habrá un juicio en su contra y no habrá una oportunidad para que el pueblo haitiano tenga justicia y expulse de su alma los horrores de la era de Duvalier", dijo Wilentz. "Es un final pero sin el cierre que viene con él".
Ya como presidente, "Baby Doc" anunció su compromiso matrimonial con Michelle Bennett, hija de un importante empresario cafetalero, en 1980. El anuncio escandalizó a los viejos duvalieristas porque ella era mulata y el anuncio contradecía al movimiento Noirisme. La ceremonia causó escándalo por sus lujos y extravagancias —una fiesta con champán importado, flores y fuegos artificiales— que costaron unos cinco millones de dólares del erario público del país más pobre de Occidente.
La ceremonia fue transmitida en vivo por televisión a la nación empobrecida. Después de que intercambiaron votos, Michelle ordenó a su marido rechoncho que se pusiera a dieta.
El Observatorio por los Derechos Humanos, con sede en Nueva York, calculó que hasta 30.000 haitianos fueron asesinados, muchos de ellos ejecutados, bajo el régimen de los dos Duvalier.
Estando en el exilio en Francia, Duvalier ocasionalmente hizo declaraciones públicas sobre su ilusión de regresar a Haití. Sus partidarios realizaban marchas periódicamente a su favor en la capital haitiana.
El 16 de enero de 2011, Duvalier regresó sorpresivamente a Haití. Dijo en ese entonces que deseaba ayudar a la reconstrucción del país, cuya capital y ciudades circundantes fueron fuertemente dañadas por un sismo de magnitud 7,0 un año antes. Muchos sospecharon que su regreso era un intento por reclamar dinero que él presuntamente había ocultado. Otros dijeron que simplemente quería morir en su país.
En 1993 Duvalier y Bennet se divorciaron tras un largo y oneroso proceso judicial por la custodia y manutención de sus dos hijos, François Nicolas y Anya.
Duvalier luego tuvo una relación con Veronique Roy, que lo acompañó en su regreso a Haití en 2011.
Un estudio del organismo Transparencia Internacional (TI) difundido en el 2003 aseguraba que Jean-Claude Duvalier había extraído del país durante su régimen entre 300 millones y 800 millones de dólares provenientes del estado y de actividades ilícitas.
Debido a la suntuosa forma de vida de "Baby Doc", a los extravagantes lujos de su madre, Simone Ovide, y al costoso divorcio de Bennett, la fortuna que amasó durante el régimen mermó y para 1994 Duvalier dejó la mansión en la Riviera francesa donde vivía para evitar el pago de 82.000 dólares de renta atrasada.
Cuando era estudiante, Jean-Claude Duvalier era considerado como un alumno mediocre en una prestigiosa escuela católica privada en la capital, pero sus profesores le daban calificaciones aprobatorias de todos modos para evitar la furia del Palacio Nacional, de acuerdo con "Written in Blood", una historia del país por Robert Debs Heinl y Nancy Gordon Heinl.