En la foto el presidente de México, Enrique Peña Nieto.
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El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, se acomoda a engrandecer una fuerte caída de los crímenes que están relacionados con las drogas y la represión más fuerte contra el lavado de dinero, dentro del marco del protocolo de presentación del segundo informe de actividades de su administración, que dio inicio ayer lunes.
Peña Nieto, que esta comprometido a luchar contra la violencia que tiene inmerso al país cuando tomó el cargo en diciembre de 2012, aseguró a través de un informe adelantado a la Cámara de Diputados el lunes que los asesinatos vinculados al crimen organizado cayeron hasta en un 36% entre septiembre de 2013 y julio de este año. Atendiendo "indicadores" de delincuencia, el Gobierno logró "la neutralización" de "36% de los homicidios dolosos vinculados con la delincuencia organizada", señaló el Ejecutivo a través de su reporte.
Cifras oficiales manifiestan que más de 80.000 personas han perdido la vida en guerras y choques entre fuerzas de seguridad y narcotraficantes desde que el predecesor de Peña Nieto (del Partido de Revolucionario Institucional, PRI), el expresidente Felipe Calderón (del conservador Partido Acción Nacional, PAN) sacó de sus cuarteles a decenas de miles de soldados para luchar contra los cárteles de la droga en 2006.
La cifra, cuestionada por analistas, podría ser mayor. El Gobierno dijo el mes pasado que 22.000 personas siguen desaparecidas en el país desde que se militarizó el combate contra el crimen organizado.