El coordinador del Banco Nacional de Cerebros, que se ubica en el
Cinvestav, señala la urgencia de tener mayores donaciones de órganos
encefálicos para estudiar mejor la enfermedad.
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En México alrededor de 800 mil personas padecen por algún tipo de demencia, de ellas cerca de 350 mil sufren de la enfermedad de Alzheimer, por lo que es necesario reforzar la investigación científica en este tema y crear mayor conciencia entre la población de las implicaciones que conlleva el padecimiento, coincidieron especialistas.
En el marco del Día Mundial del Alzheimer, a celebrarse el próximo 21 de septiembre, expertos subrayan la importancia de estudiar desde el punto de vista clínico y de la ciencia básica esta enfermedad, que es la más común de las demencias que afecta a las personas adultas mayores.
José Luna Muñoz, Coordinador del Banco Nacional de Cerebros del Centro de Investigaciones y de Estudios Avanzados (Cinvestav) señala que hay dos variantes de la enfermedad de Alzheimer. Una de origen congénito, la cual se presenta alrededor de los 45 años, y la otra, que ocurre de manera esporádica por diversos factores (ambientales y fisiológicos), la cual se manifiesta en personas mayores de 65 años.
“No se tiene un biomarcador específico para el Alzheimer. Clínicamente se tiene cierta certeza de esta enfermedad, pero la prueba confirmatoria es un estudio postmortem”, comentó el investigador.
Por ello, informó, ahora participa en un estudio junto con Ana Luisa Sosa Ortiz, del Instituto Nacional de Neurología (INN) para buscar un método de diagnóstico temprano basado en esos marcadores.
El Alzheimer, dijo, se caracteriza por la pérdida progresiva de la memoria y deterioro de las capacidades cognoscitivas (pierde capacidad de conceptos y la función de las cosas, alteraciones en la comunicación) a consecuencia de acumulación de lesiones histopatológicas en el cerebro, en particular las llamadas marañas neurofibrales, que causan la muerte de las neuronas, y como consecuencia propicia demencia del individuo
Al referirse a las investigaciones médicas que actualmente se ofrecen a los pacientes, precisó que si bien existen avances hasta ahora todos se dirigen a mejorar la calidad de vida, pues no hay alguno que detenga o revierta la enfermedad, por lo que es importante estudiar esta patología en instituciones de investigación científica a fin de entenderla mejor y poder ofrecer nuevas alternativas.
Por ejemplo, señaló que en México se sigue la enfermedad a nivel clínico, pero no tanto entre los investigadores de ciencia básica, a quienes resulta complicado allegarse de la materia prima para estudiarlo, es decir, los órganos encefálicos, de allí la importancia de contar con el Banco Nacional de Cerebros.
Explicó que actualmente trabajan coordinadamente con diversas instituciones como el Hospital Universitario de Nuevo León y el INN, para recibir donaciones, pero se necesita que más centros de salud se sumen, así como crear las medidas legales que faciliten la donación por parte de la población.
En su oportunidad Ana Luisa Sosa Ortiz, Jefa del Laboratorio de Demencias del INN, comentó que se requiere sensibilizar a la sociedad para poder aumentar las donaciones de encéfalos destinados al estudio de enfermedades neurodegenerativas.
Destacó que hoy existen unas 800 mil personas que padecen demencias en el país y hacia el año 2050 habrá entre 2.5 y 3 millones en esta situación. Calificó al Alzheimer como una enfermedad devastadora cuyo problema principal es que no tiene cura.