En la gráfica se observa una fragata de Estados Unidos lanzando cohetes a objetivos del Estado Islámico en Siria.
Foto
El Pentágono informó ayer que la “mayoría” de las refinerías que están bajo el mando de los yihadistas del autoproclamado Estado Islámico (EI) en Siria fueron inhabilitadas en los bombardeos del pasado miércoles.
El portavoz del Pentágono, el contraalmirante John Kirby, señaló en una rueda de prensa que cazas estadounidenses, saudíes y de los Emiratos Árabes Unidos pusieron punto final a doce refinerías móviles manejadas por el EI, una de las principales fuentes de financiación del grupo.
Pese a que Kirby aseveró que aún están haciendo el cálculo de la efectividad de los ataques, consideran que fueron triunfantes y son un paso clave para quitar a los yihadistas de una fuente de financiación que, según analistas, les generaba más de 2 millones de dólares diarios.
Kirby agregó que cada una de estas instalaciones móviles tienen la capacidad de procesar entre 300 y 500 barriles de crudo diarios, que los yihadistas después vendían en el mercado negro.
“Asumimos que probablemente el EI sigue en control de varias refinerías más, estamos examinándolo, pero creo que las 12 constituyen la mayoría”, indicó el portavoz.
Kirby demostró en el Pentágono vídeos y fotografías de los ataques en el centro-este y noreste sirio en los que se podía observar como en algunos casos parte de las instalaciones petrolíferas, como las torres de los pozos, se mantuvieron para que en el futuro la oposición las pueda operar de nuevo.
“Lo que está claro es que no van a poder operar en un futuro cercano”, explicó Kirby ante las dudas que produce la falta de una oposición moderada en Siria, que por el momento no ha comenzado a ser entrenada para ocupar el terreno controlado hasta ahora por el EI.
El Pentágono, que inició la semana pasada en atacar fortines yihadistas en Siria, indicó que por el momento no han detectado “mucha reacción” entre las filas yihadistas como consecuencia de los bombardeos en los último días.
En esta última ronda de ataques se lanzaron 41 bombas dirigidas o de “precisión”, mientras que la mayoría de aviones de la misión, diez de un total de 16, fueron de bandera saudí y emiratí.
Kirby dijo que la estrategia en Siria es desbarrancar la parte logística, financiera y de avituallamiento del EI, mientras que en Irak es degradar la rama más militar y de infantería.
Por primera vez, el portavoz presentó una estimación preliminar de lo que está constando la misión “ofensiva” contra el EI, que fue anunciada el 10 septiembre por el presidente, Barack Obama.
Según Kirby, el Pentágono está invirtiendo entre 7 y 10 millones de dólares diarios a estas misiones, aunque aún están intentando determinar una cifra más concreta.