Ex presos Guantánamo protestan frente a Embajada EE.UU. en Uruguay
Exigen que gobierno EE.UU. les compense los daños económicos
Cables
En la gráfica los cuatro árabes que protestan por haber sido encarcelados por el gobierno de los Estados Unidos.
Foto Cuatro de seis ex encarcelados de la cárcel de Guantánamo que arribaron hoy a Uruguay con el nivel de refugiados a Uruguay en el mes de diciembre del año pasado, estuvieron de pie frente a la Embajadas de los Estados Unidos, con el objetivo de exigir compensación económica tras 13 años que pasaron en prisión.
Los ciudadanos de origen sirio Ali Husein Shabaan (33), Abd al-Hadi Faraj (39) y Ahmed Adnan Ahjam (37), y el tunecino Abdul Bin Mohammed Abis Ourgy (49), dijeron que estarán frente a ls sede diplomática en Montevideo hasta que sus peticiones sean escuchadas.
"Dos, tres, cuatro meses, nos quedaremos aquí el tiempo que sea necesario", agregó el tunecino Abis Ourgy quien indicó que si la protesta pacífica no resulta, "haremos una huelga de hambre, lo que sea necesario para que nos escuchen".
Los cuatro refugiados hicieron la publicación ayer domingo de un comunicado en inglés en su página web para enviar su agradecimiento al gobierno uruguayo y detallar que su demanda económica viene dirigida hacia Estados Unidos, por ser la nación que consideran responsable de su actual situación.
"Decidimos protestar ante la embajada de Estados Unidos porque queremos que ellos y el mundo entero escuchen nuestras voces. No es algo que pedimos, sino a lo que lamentablemente fuimos forzados. Hemos tratado todas las vías oficiales, hablamos con varios representantes del gobierno pero nuestra situación no cambió", dice el texto.
En el jardín externo de la embajada, los árabes pasan inadvertidos en medio de familias que se sientan a jugar con sus perros, parejas que conversan y transeúntes que hacen ejercicio en la acera.
Se la pasan durmiendo en el gramado. Los vecinos de la vivienda que la central sindical PIT-CNT les otorgó a los refugiados en Montevideo les han regalado mantas y alimentos.
"Nos vinimos sin nada pero en la noche los vecinos nos trajeron una bolsa de dormir y unas sábanas", dijo el sirio Ali Shabaan.
Cuando un periodista le pregunta si sienten frío durante la noche, Shabaan sonríe: "creéme, esto no es nada comparado con las cosas que hemos vivido".
Los hombres platican con los periodistas que a lo largo del día llegan para constatar si siguen allí. Rezan y se turnan para volver a la casa donde se alojan a unas pocas cuadras del lugar para asearse o ir al baño.
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