Funcionario de gobierno EE.UU. dice que Venezuela no es un peligro
Afirma que fue un malentendido
Cables

Ben Rhodes, asesor presidencial sobre Seguridad Nacional, dio una explicación no tan clara de la posición de su gobierno en cuanto al peligro que sería Venezuela a EE.UU.

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Washington indicó ayer 7 de abril que Venezuela no es una amenaza para su seguridad nacional, a pesar que lo indique el documento que usó Barack Obama, presidente de Estados Unidos, para hacer presión a esa nación sudamericana y permitir al mandatario, aplicar órdenes ejecutivas y sancionar a ese país.

La Casa Blanca había mencionado que Venezuela era una “amenaza extraordinaria e inusual”, después que había hecho el congelamiento de los bienes en suelo norteamericano, de siete funcionarios de ese gobierno latinoamericano.

Ben Rhodes, asesor presidencial sobre Seguridad Nacional, explicó durante una teleconferencia que el texto donde se encuentra la resolución ejecutiva “es completamente pro forma, es el texto que usamos en órdenes ejecutivas para todo el planeta”.

“Estados Unidos no cree que Venezuela representa alguna amenaza a nuestra seguridad nacional. Honestamente, tenemos un formato con el que elaboramos nuestras órdenes ejecutivas”, dijo durante una conferencia telefónica del próximo viaje del presidente Obama a Jamaica y Panamá.

Este vendría a ser el primer comentario que hace el gobierno norteamericano donde contradice directamente el texto de su orden ejecutiva. Rhodesañadió además su expectativa de que durante la cumbre “el gobierno venezolano exprese su oposición a ciertas políticas estadounidenses”.

El asesor presidencial para temas hemisféricos, Ricardo Zúñiga, explicó que “la situación interna en Venezuela claramente es asunto de preocupación para sus vecinos y otros países de la región” y que también se encuentran pendientes los problemas económicos en la nación sudamericana y “el impacto potencial que puede tener no solo para los países que se han beneficiado del subsidio petrolero venezolano Petrocaribe sino también para sus vecinos”, agregó.

“La cumbre debe ser un momento para tener un intercambio civilizado con todos los líderes. No tenemos preocupación de hablar con cualquier participante, pero todos deberíamos pensar que debe ser un evento correcto, donde podemos tener un intercambio como debe ser”, indicó.





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