Difícil salvar vida al nica condenado a muerte en EE.UU.
Autoridades texanas tienen una posición firme en cuanto a esta decisión
Por Juan José Arévalo

El nicaragüense condenado a muerte en Texas probablemente no salvará su vida, tras condena de muerte, debido a que en experiencias anteriores, hasta el Papa Juan Pablo II intercedió y no logró nada con otros condenados.

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Mañana a las 5:00pm hora de Nicaragua será ejecutado el nicaragüense Bernardo Aban Tercero en el Estado de Texas, a pesar de las diversas peticiones internacionales para evitar la muerte de un recluso.

Hasta el mandatario de Nicaragua Daniel Ortega Saavedra ha pedido “clemencia” junto al Cardenal Leopoldo Brenes, y todavía no hay señal de cambio de decisión para la ejecución de Tercero, quien está a pocas horas de perder la vida.

Ayer el Cardenal Miguel Obando y Bravo pidió “misericordia” con la vida de Tercero a través de una carta de solicitud diciendo que “como nicaragüense y como cristiano defensor y promotor de la vida, me uno al clamor de misericordia de muchos nicaragüenses encabezados por el Presidente de la República, Ortega, apelando al corazón de las autoridades estadounidenses para que acojan las peticiones que se han hecho para salvar la vida de Bernardo Tercero”.

“Nos unimos a este pedido de clemencia de sus familiares haciendo eco de las palabras de Juan Pablo II en la Encíclica Evangelium Vitae, en la que nos advierte que sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término y nos recuerda que Dios ‘no se recrea en la destrucción de los vivientes’ (Sb 1,13).

Ayer también en frente de las instalaciones de la Embajada de EE.UU. en Managua, representantes de organizaciones de Derechos Humanos, realizaron un plantón para pedir el cambio de la condena de muerte a perpetua.

Experiencias anteriores

Hace años atrás en una ocasión el Papa Juan Pablo II había solicitado al ex presidente de EE.UU. George W. Bush, revocar la pena de muerte de Karla Faye Tucker para volverla a cadena perpetua. Hasta miles solicitaron esto. Bush como mandatario en ese entonces, no pudo evitar la ejecución de esa persona.





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