Turistas de aventura subieron al Momotombo y fotografiaron lava
Afirman que cuando lava desciende pareciera ruido de vidrios que se quiebran
Por Raúl Arévalo Alemán
Foto J. Cajina Un diario de circulación nacional publica en su edición de hoy el testimonio de tres turistas de nombres Leo, Alan y Francisco que estuvieron en las cercanías del ahora en erupción Volcán Momotombo. Presentan fotos de las cercanías donde emana lava.
En resumen los turistas narran, su travesía y aventura, que los llevó a pocos metros de donde sale la lava. Ahí dicen se escucha un ruido parecido a quebraduras de vidrios. Llegaron al lugar y subieron el volcán de 1. 208 metros de altura. El Momotombo se recuerda hizo erupción en 1905 y ellos querían saber lo que se vivió en ese tiempo hace 110 años. Afirman que hicieron el recorrido después de 8 horas. Ya habían estado ahí en abril de este año. Expresan en este fragmento lo siguiente:
De una altura descubrimos el campo de lava. Dejamos el vehículo y nos metimos en el bosque. Atravesamos la maleza en una hora para alcanzar el muro de lava de 1905.
El cono estaba frente a nosotros. Ya eran las 5 de la tarde, estaba anocheciendo y las luces de la colada ya resaltaban más. Empezamos a caminar hacia la nueva colada. La adivinábamos, desde lejos, sin poder decir a qué distancia se ubicaba. Es difícil andar por estos lados. Son piedras filosas, cortantes, y a veces inestables. A veces, teníamos que subir sobre montículos y teníamos una vista maravillosa sobre la colada. No había viento y solo se escuchaban las explosiones de la cumbre. Un ruido grave fantástico, sobrenatural, un soplo que echa piedras a centenas de metros de alto, y que caen sobre las faldas del cono.
No había nadie más en esta colada, dirigiéndose a estas piedras jóvenes que apenas estaban saliendo del fondo de la tierra y nos sentíamos privilegiados… Nos acercábamos y pronto escuchamos como un ruido de vidrio quebrado. Era la colada que avanzaba. Solo nos faltaban unos doscientos metros.
Veíamos de lejos unas piedras caer y dejar un hoyo de luz amarillenta. Es una colada de bloques. Grandes bloques de piedra calientes avanzaban lentamente hacia la pendiente. Una colada gigantesca, de varias centenas de metros de ancho.
Cuando llegamos a unos metros, el silencio se impuso entre nosotros. El hecho de estar en un paisaje del origen del mundo, bajo un cielo estrellado, escuchando las explosiones, sintiendo este calor extraordinario, nos dejó aturdidos. Cada uno se sentó donde pudo, dejando caer las cargas. Unas sonrisas aparecieron, y nos miramos.
Ya estábamos a la orilla de la colada de lava, después de ocho horas de viaje, entre carretera, camino, campos, bosque y piedras cortantes. Teníamos ante nosotros uno de los espectáculos más bellos del planeta.
Después de la erupción del 1 de diciembre del 2015 en el volcán Momotombo se informa que no se puede pescar en el lago Xolotlán que está frente al imponente coloso. El turismo se ha incrementado para ver la explosión y para vivir la aventura. Los habitantes del Papalonal cercano al volcán afirman que duermen con miedo porque se puede venir una fuerte explosión. Narran que hace mucho frío por las noches. Ya llevan cuatro días en situaciones difíciles.
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