Una de las recomendaciones de los expertos es realizar bastante ejercicio.
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Una de las razones por las que el azúcar es uno de los alimentos preferidos por todo el mundo, casi desde que nacemos, es su capacidad para inducir la liberación de endorfinas desde nuestro cerebro. Eso produce un estado de relajación y bienestar que nos induce a buscar con cierta impaciencia este compuesto de hidratos de carbono.
Activar nuestro cuerpo
Con demasiada frecuencia en nuestra sociedad nos encontramos estresados, y lamentablemente, como hay cansancio asociado, no se nos ocurre realizar más actividad. Caemos por tanto, en la fórmula de alivio más cómoda: comer alimentos dulces, un simple helado, sentados cómodamente en el sofá frente al televisor.
Pero si en vez de eso, nos lanzamos a una actividad física, corriendo o haciendo cualquier ejercicio, romperemos a sudar y encontraremosesa relajación que necesitamos, sin los efectos negativos del azúcar.
Recuerde que la actividad promueve la liberación de otras hormonas que reparan y vigorizan nuestro cuerpo, y, aunque parezca paradójico, nos sentiremos menos cansados.
Comer alimentos más naturales
Hay una regla básica de la evolución: si no está presente en cantidades significativas en la naturaleza y nuestro cuerpo nunca ha necesitado tanta cantidad (de azúcar) para evolucionar, podemos prescindir en buena parte de ella.
Así que inclinémonos hacia el consumo de proteínas naturales, y fuentes naturales de hidratos de carbono, y por supuesto, grasas saludables.
A pesar de todo, nuestro cuerpo necesita cierta cantidad de azúcar, y para no mezclar la necesidad con la adicción, es conveniente que comamos frutas, que son naturalmente dulces, y verduras, que además de contener ciertos azúcares, contienen vitaminas, minerales y fibra dietética.
Con esto, lograremos saciar bastante nuestra “necesidad” de azúcar.