Cristina Fernández se sacude malestar que la imputa en asesinato de Nisman
Miles de argentinos marcharon ayer para exigir justicia
Cables
En la gráfica la marcha de ciudadanos argentinos que ocurrió en varios puntos del país.
Foto Argentina "no le pone bombas a nadie ni amenaza con misiles nucleares a nadie", con estas palabras se defendió la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, momento cuando inauguraba una central nuclear y dejó en claro que su país "es líder en no proliferación nuclear".
"Argentina es líder entre los países que producen uranio enriquecido", manifestó la mandataria por cadena nacional, a horas de una marcha de silencio, con subrayado cariz opositor, en homenaje al fiscal Alberto Nisman, quien fue descubierto muerto de un balazo hace un mes en situaciones sospechosas.
"No somos aislados, vivimos en un mundo de intereses que quieren que unos estén subordinados y los otros mandarnos y se enfrentan con gobiernos como éste, que no permite que nadie le marque la cancha", aclaró.
"Estoy con mucho orgullo porque puedo ir a cualquier país del mundo, incluso a esos países que tienen cárceles clandestinas, puedo ir a países donde lanzan misiles contra poblaciones civiles. Puedo ir ahí, pararme enfrente y decirles que en la Argentina impera la ley y que ningún argentino puede ser encarcelado si no es por la orden de un juez. O condenado con sentencia firme", enfatizó.
La presidenta argentina destacó el plan nuclear impulsado por el fallecido ex presidente Néstor Kirchner -su marido- en 2004, después de décadas de parálisis del sector, y señaló que esos "son los hombres que quedan en la historia".
Juan Domingo "Perón lanzó Atucha I (en la década de 1950, ndr), una hoja después de este libro, lo tienen a Néstor Kirchner lanzando nuevamente un plan nuclear para la Argentina. Estos son los hombres que quedan en la historia, los otros apenas se agotan en cinco minutos de televisión, o una página de diario", recalcó.
La central nuclar Atucha II, que la mandataria inauguró en Zárate, a 90 kilómetros al norte de Buenos Aires, estará comenzando a producir energía al máximo de su capacidad.
"En 2015 tenemos que garantizar que quien conduzca (al país, tras las elecciones de octubre) tenga las mismas ideas", dijo en clave de campaña, y arrancó fervorosos aplausos de miembros de su gabinete presentes y de militantes de la juvenil agrupación La Cámpora, estrechamente ligada a su gobierno.
Cristina de Kirchner no hizo nada de referencias a la marcha de silencio del 18F y la imputación que tiene por supuesto encubrimiento de Irán en la causa AMIA, una investigación comenzada por Nisman, que encontró continuidad en su sucesor.
Miles de argentinos marcharon en las calles ayer miércoles en el atardecer para exigir justicia a un mes de la misteriosa muerte del fiscal Nismam, en lo que los analistas califican que podría ser una de las mayores marchas que enfrentaría la mandataria.
El oficialismo objetó con dureza a la marcha y la consideró opositora, pero amainó sus comentarios agresivos contra esa convocatoria.
"Me sentiría participando si el objetivo real, de fondo, es el homenaje a Nisman. Yo tengo compañeros (del oficialismo, ndr) que van a estar, que me lo han dicho y no veo que cambien de manera de parecer", dijo el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, en tono conciliador.
Nisman fue encontrado con un disparo en la cabeza hace un mes en su lujoso departamento de Buenos Aires, un día antes de presentar ante diputados la grave acusación que había hecho contra la presidenta Fernández y su canciller, Héctor Timerman, de encubrir un ataque antisemita a la mutual judía AMIA de 1994 en el que murieron 85 personas.
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