EE.UU. espió a funcionarios del gabinete de presidente de Brasil
Agregan revelaciones de Wikileaks
Cables

En la foto los mandatarios Barack Obama de Estados Unidos y Dilma Rousseff de Brasil, quien asegura que tiene confianza nuevamente con el presidente norteamericano.

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Documentos divulgados por Wikileaks y presentados por el periódico O Globo el fin de semanada, reveló que además de ser interceptadas las pláticas de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, los servicios secretos estadounidenses Agencia Nacional de Seguridad (NSA) espiaron a los ministros y embajadores en su primer mandato.

Ministros de Economía, de Relaciones Exteriores, el presidente del Banco Central, el jefe del gabinete de Rousseff, de igual forma como los embajadores en Alemania, Francia, Estados Unidos y Ginebra: todos fueron espiados por la NSA estadounidense, de acuerdo a los nuevos documentos presentados por Wikileaks.

"Incluso en sus viajes oficiales, la presidenta Rousseff no está a salvo de ser interceptada, ya que la lista incluye el servicio de telefonía satelital Inmarsat de su jet presidencial", destactó el comunicado."La presidenta considera el episodio superado", afirmó en una nota la secretaría de prensa de la Presidencia brasileña después de conocer la nueva información.

En reiteradas ocasiones, Rousseff "escuchó del presidente Barack Obama el compromiso de que no habría más escuchas involucrando al Gobierno y a empresas brasileñas, ya que Estados Unidos respeta a los 'países amigos'", agrega el documento.

La lista divulgada por Wikileaks, con alrededor de 29 contactos interceptados, aporta otros detalles sobre el escándalo de espionaje que estalló en 2013 y que ubicó la relación bilateral en un delicado compás de espera.

En ese entonces, al saber que sus conversaciones personales eran vigiladas, Rousseff pospuso indefinidamente una visita oficial a Estados Unidos, que demoró dos años en ser parte nuevamente de la agenda.

Con pesadas negociaciones, y urgida por atraer inversiones en medio de un estancamiento de la economía brasileña, la gobernante volvió a Washington la semana pasada y, junto a su homólogo estadounidense, Barack Obama, dio por superado el escándalo de espionaje.

"Yo creo en el presidente Obama. Él me dijo que cuando necesite alguna información sobre Brasil me llamará por teléfono. Tengo la seguridad de que las condiciones son diferentes ahora", dijo Rousseff tras la reunión con su par estadounidense.





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