Rafael Blasco, político español, fue condenado por el Tribunal Supremo de su país.
Foto Cortesía La malversación de 1,6 millones de euros en cooperación económica para Nicaragua, le costó seis años y medio de su libertad a un reconocido político español de Valencia. La plata era dirigida a proyectos de cooperación en el país centroamericano.
A través del Tribunal Supremo se conoció la decisión de la justicia ayer miércoles 10 de junio de los corrientes, que condena a Rafael Blasco y a otros, de haber desviado dinero, que sería entregado para invertirse en mejoras de condiciones de vida de las comunidades rurales pobres de Nicaragua.
Blasco era miembro de larga trayectoria del Partido Popular en el poder, fungió en varios gobiernos de Valencia por más de 20 años, tenía como responsabilidad la Inmigración y Ciudadanía del gobierno español regional en el 2008, cuando logró la aprobación de dos proyectos que serían ejecutados en la nación latina.
Blasco gestionó 1,6 millones de euros, y “apenas llegó a su destino la cantidad del 3%, exactamente 47.953 euros”, detalló el tribunal de justicia. “El 97% restante, los condenados lo aprovecharon para adquirir y reformar inmuebles en Valencia”, la tercera ciudad de España y escenario de un gran sin número de escándalos de corrupción.
Los condenados intentaron camuflar sus operaciones con “facturas que en muchos casos no tenían relación con el proyecto inicial” e incluso hicieron la sustitución en la nómina de los trabajadores de Nicaragua la moneda local por el euro, “intentando justiciar nóminas mensuales de 4.000 euros cuando en realidad cobraban 56 euros”, dice el tribunal.
El magistrado realiza esta condena a Blasco por delitos de malversación de caudales públicos, en concurso con prevaricación administrativa y delito continuado de falsedad documental.
El Supremo a su vez realizó la condena a entre dos y seis años de prisión a otras seis personas que tuvieron vínculos con la trama, principalmente colaboradores del político, dirigentes de la fundación encargada del proyecto y al intermediario de toda la operación.
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