El Poder Judicial tiene derecho a defenderse
Dice doctor Larios vocero de la CSJ
Redacción Central
Foto El Director de Relaciones Públicas de la Corte Suprema de Justicia, CSJ, doctor Roberto Larios Meléndez envió un escrito en el cual señala a periodistas de la derecha mediática oficialista, en el l juicio de Milton Arcia. El escrito dice así textualmente:
La decisión del juez tercero local penal de Managua, doctor Ernesto Leonel Rodríguez Mejía, de restringir el acceso de algunos medios de comunicación a la querella por injurias y calumnias contra el político-empresario Milton Arcia, ha desatado la natural reacción crítica de algunos periodistas y los que yo denomino miembros de la derecha mediática oficialista.
Los críticos también resienten la denuncia pública que yo realicé ese día, de que existe una red de periodistas de diversos medios que reciben paga para actuar no solo como voceros oficiosos del político-empresario y desprestigiar, atacar y calumniar a los funcionarios del Poder Judicial, sino también como parte de la turba nicolasiana de la que habitualmente se hace acompañar Arcia.
Escoltando a Milton Arcia el 22 de Mayo a la salida del complejo judicial, entre Arcia y el político de la CPDH Marcos Carmona, camina Roberto Gutiérrez, uno de los dos actuales presidentes de la tristemente célebre Asociación de Periodistas de Nicaragua (APN), que patrocina la familia Chamorro y el diario La Prensa. Gutiérrez estaba en el grupo al que no se le permitió ingresar a la sala de juicio. La foto fue publicada en la edición del sábado 23 de Mayo del diario La Prensa.
Se trata de la misma turba que el pasado 6 de Mayo irrespetó, ofendió y humilló al juez en plena audiencia inicial-preliminar de dicho caso, tratando luego de agredir al reportero gráfico del Poder Judicial, licenciado Carlos Domingo Ferrey García, en el tribunal-escuela de la UCA.
A pesar de que este acto bochornoso ocurrió a la vista y paciencia de todos los periódicos, radios y canales de televisión allí presentes, no mereció ni el más mínimo comentario de rechazo en medios como Cien por Ciento Noticias o el diario La Prensa, que ahora han tomado el incidente del 22 de Mayo como bandera de corsarios.
Estos antecedentes fueron los que obligaron al juez a restringir el acceso de estos medios a la sala (y no al juicio, porque la grabación íntegra se las pusimos a la orden desde el primer momento), como la decisión más prudente para evitar una nueva alteración del orden público, peor aún cuando las salas de juicio del Complejo Judicial Central Managua no están diseñadas para presencias multitudinarias.
La restricción de la presencia mediática no es para nada ilegal y mucho menos inconstitucional, como señalan algunos que obviamente jamás han leído la Constitución y la Ley. El artículo 34 de la Constitución Política lo dice claramente: “El proceso judicial deberá ser oral y público. El acceso de la prensa y el público en general podrá ser limitado por consideraciones de moral y orden público”.
¿Lo que pasó el 6 de Mayo en el tribunal-escuela de la UCA en la audiencia preliminar del caso Arcia, no fue una clara violación del orden público?; con este antecedente, ¿no estaba el Juez en todo su derecho de prevenir que se repitiera un incidente como este en el juicio?. La decisión no sólo es completamente lógica y de sentido común, sino además es no solo legal, sino también constitucional.
Otro aspecto del análisis es la cobertura de la derecha mediática oficialista al juicio de Milton Arcia, cuyas imágenes y argumentos --suyos y de sus abogados-- han inundado y saturado estos medios, que son los mismos en los cuales se injurió y se calumnió a gusto y antojo al que introdujo la querella. A estas alturas y concluido el juicio, ¿quién ha visto alguna vez al querellante?, ¿alguien lo conoce?, ¿qué canal de TV o periódico se ha preocupado por entrevistarlo?. Ninguno, porque para ellos solo el “pobre” Milton Arcia es la “estrella”.
Estas son las verdaderas razones por las cuales el Poder Judicial decidió hacer uso de su derecho constitucional y legal, restringiendo el acceso a estos medios. ¿Por qué no restringimos el acceso a los medios del poder ciudadano?, pues porque son los únicos que han respetado a nuestra institución y no se han convertido en eco de los ataques injuriosos que gratuitamente en este caso se han proferido contra nosotros por parte de las huestes de Milton Arcia.
Finalmente, en cuanto a la denuncia pública que yo hice –y sostengo- acerca del uso por parte de Milton Arcia de esa lacra maligna heredada del somocismo que todos los periodistas nicaragüenses conocemos y que desde hace décadas llamamos “el venadeo”, todos, incluso estos que ahora se rasgan las vestiduras, sabemos que existe.
Yo no dije mentira. Llorar, patalear y abrir las redes sociales para que se me ofenda, se me denigre, se me “investigue” y se abuse de la libertad de prensa diciéndome hasta de lo que me voy a morir, no ocultará jamás esta verdad tan grande como el sol.
Yo no acusé a ninguna persona en particular, aunque sé, al igual que mis gratuitos detractores, quiénes son. Denuncié una práctica. El que esté libre de pecado, que me siga apedreando y al que le caiga el guante, que se lo plante.
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