La celebración se basa en la doctrina de que las almas de los fieles que al tiempo de morir no han sido limpiadas de pecados veniales, o que no han hecho expiación por transgresiones del pasado, no pueden alcanzar la Visión Beatífica, y que se les puede ayudar a alcanzarla por rezos y por el sacrificio de la misa.
Foto Ayer 2 de noviembre los nicaragüenses recodaron del calendario católico el día de los Fieles Difuntos, es conocido como el Día de los Muertos o Día de los Difuntos. El Cardenal Leopoldo Brenes Solórzano ofició una misa en el cementerio oriental de Managua, la capital de Nicaragua en Centroamérica. El segundo al mando de la jerarquía eclesiástica, monseñor Silvio Báez Ortega hizo un ritual religioso en el cementerio Occidental, o, General de Managua.
El día de las ánimas, es una celebración que tiene lugar el día 2 de noviembre complementando al Día de Todos los Santos, que fue el domingo pasado y cuyo objetivo es orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrenal y, especialmente, por aquellos que se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio.
La celebración de una fiesta dedicada a los difuntos persigue en la mayoría de culturas el objetivo de apaciguar a los muertos más recientes que vagan aún por la tierra sin encontrar el lugar de reposo (para la Iglesia Cristiana Católica ese lugar por el cual vagan se llama Purgatorio). Este día las autoridades laborales decretaron feriado nacional. Es una celebración que coincide con la que celebran los católicos y evangélicos en el mismo calendario.
Según los principios religiosos los católicos afirman que el Día de los Difuntos es el día designado en la Iglesia Católica Romana para la conmemoración de los difuntos fieles. La celebración se basa en la doctrina de que las almas de los fieles que al tiempo de morir no han sido limpiadas de pecados veniales, o que no han hecho expiación por transgresiones del pasado, no pueden alcanzar la Visión Beatífica, y que se les puede ayudar a alcanzarla por rezos y por el sacrificio de la misa.
Ciertas creencias populares relacionadas con el Día de los Difuntos son de origen pagano y de antigüedad inmemorial. Así sucede que los campesinos de muchos países católicos creen que en la noche de los Difuntos los muertos vuelven a las casas donde antes habían vivido y participan de la comida de los vivientes.
Ayer en los principales cementerios del país se centraron vendedores de flores para venderlas a los que llegaron a depositar una ofrenda floral en las tumbas de sus deudos que se fueron para siempre de esta dimensión terrestre.
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