Foto Las cosas no han cambiado porque sigue el acoso a las niñas en las escuelas rurales que no quieren ir a los baños para hacer sus necesidades fisiológicas. Afirman las niñas que generalmente son espiados por sus compañeros varones. Eso sigue invariable, afirma el Director de Plan Internacional Nicaragua, Patricio Lara, al referirse a un estudio realizado hace un año titulado: “Escuchen nuestras voces y Situación de las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes en Nicaragua”. Plan Internacional y la Universidad Centroamericana (UCA) hicieron la investigación para precisar con cifras la situación real de la problemática. Una agencia internacional de noticias hizo referencia a la investigación sociológica.
El estudio de campo se realizó en 22 comunidades de 10 municipios en Boaco, La Libertad, Chinandega, Puerto Morazán, Malpaisillo, Río Blanco, Bilwi, Altagracia, y en los distritos IV y V de Managua.
Una de cada cuatro niñas que participaron en las investigaciones dijeron que "jamás" se sentían "cómodas" al usar las letrinas de la escuela.
"No vamos al baño porque los niños nos espían al poner un teléfono celular en un zapato para grabarlo y verlo todo", dice una de las niñas. Los profesores entrevistados negaron que se de ese tipo de prácticas en sus escuelas.
Una de las niñas entrevistadas estudian en una escuela situada a 150 kilómetros al occidente de Managua, la capital de Nicaragua, en el departamento de Chinandega, en una zona cañera. Afirman que sienten temor cuando se dirigen a clases por cualquier asalto y violación.
"En los baños (de algunas escuelas) existe el riesgo de violación de niñas", afirmó a la agencia noticiosa internacional Johana Chévez, asesora de género de Plan Internacional.
"No siempre hay puerta, no siempre son higiénicos, a veces están cerca los de los niños y los de las niñas", dijo. "Las encierran, les tiran piedras, llegan a espiarlas", manifestó.
Los Sábados y Domingos el miedo crece más ya que esos días abren las cantinas y el consumo excesivo de alcohol es evidente en los lugares. Los hostigamientos y los acosos sexuales crecen cuando los consumidores de alcohol se exceden en sus hábitos.
La proporción es significativamente superior a los detectados por Plan Internacional, organización que defiende los derechos de los niños en la región, en Sudamérica y otras zonas del mundo.
"En los dos estudios el resultado de Nicaragua es prácticamente el doble que en los otros países en el tema del miedo que tienen las niñas, de la inseguridad que sienten las niñas al trasladarse a sus centros de estudio y en el uso de los baños de las escuelas, porque piensan que en esos lugares es donde ocurre el acoso", dijo el director de Plan Internacional Nicaragua, Patricio Lara, al presentar los resultados.
Por otro lado, esa situación contribuye a la deserción escolar. Se refiere también a la pobreza que es la principal razón de la deserción escolar, pero las condiciones de los centros de enseñanza también juegan su papel. Y más recientemente, en marzo del año pasado, el Equipo del Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo, de la Unesco, y la Iniciativa de las Naciones Unidas para la Educación de las Niñas (UNGEI, por sus siglas en inglés) denunció que "la violencia de género extendida en las escuelas y sus cercanías impone graves obstáculos al logro de la educación de calidad, integradora y equitativa".
Según el Ministerio de Educación, en Nicaragua, el segundo país más pobre de América después de Haití, el 9% de los alumnos matriculados deserta del sistema escolar. En 2012 de 1,6 millones de inscritos, 144.000 dejaron la escuela.
NOTA DEL EDITOR: El diario La Jornada insta a los lectores a dejar sus comentarios al respecto del tema que se aborda en esta página, siempre guardando un margen de respeto a los demás. También promovemos reportar las notas que no sigan las normas de conducta establecidas. Donde está el comentario, clic en Flag si siente que se le irrespetó y nuestro equipo hará todo lo necesario para corregirlo.