Foto el19digital El padre Antonio Castro Granados, cura párroco de la iglesia La Merced del Barrio Larreynaga, celebró el pasado domingo 31 de enero, los 45 años de constante vida sacerdotal. El Padre Antonio Castro nació en el Barrio San Antonio. Es oriundo de Managua, capital de Nicaragua en Centroamérica. Es un sacerdote conocido por su participación religiosa y política . Activista en su tiempo de la Teología de la Liberación y la opción preferencial por los pobres durante el triunfo de la Revolución sandinista en 1979, era conocida su figura sacerdotal porque participaba en misas solemnes al lado de los padres Uriel Molina Oliú, el ex canciller Miguel D´Escoto, y, monseñor de los pobres, José Arias Caldera. Tenían también participación en el gobierno de ese entonces, el sacerdote jesuita Fernando Cardenal Martínez y su hermano el poeta trapense Ernesto, ambos hoy alejados de la política.
Las homilías del sacerdote Antonio Castro Granados las combinaba con la responsabilidad que debía tener el cristiano con los pobres. Nunca se alejó de los principios esenciales del evangelio así lo captamos en diversas ocasiones.
En la década de los años 80, mientras en Nicaragua se daba una Guerra de baja intensidad cuando en ese tiempo la administración norteamericana con el presidente Ronald Reagan estaba en el poder apoyando a los contras que se oponían al gobierno sandinista, el padre Antonio Castro Granados, era de los pocos sacerdotes que defendía a los sandinistas, sin ocupar un cargo público y se oponía a la guerra de baja intensidad de la que era objeto Nicaragua desde el exterior de la política norteamericana.
Se recuerda en el periodismo, durante el proceso electoral de 1990, en la cual el actual presidente Daniel Ortega Saavedra, corría de candidato y perdió las elecciones presidenciales cuando se enfrentaba a una coalición de oposición, UNO, encabezada por doña Violeta Barrios de Chamorro, Ortega llegó a solicitar una oración al padre Antonio Castro Granados, para que le diera sabiduría en el arte de gobernar a la luz del evangelio.
El sacerdote Antonio Castro Granados estuvo 7 años estudiando Filosofía en el Seminario Nacional de Nicaragua antes de irse a México donde finalizó sus estudios en el Instituto Superior en Teología. El entonces obispo Miguel Obando y Bravo en enero de 1971 lo ordenó sacerdote de los nicaragüenses.
Durante eucaristía de ayer en la parroquia La Merced en el Barrio Larreynaga, junto a la feligresía dijo el padre Castro: “Ha sido simplemente a como dicen los apóstoles: Señor, hemos hecho lo que teníamos que hacer ¿Y qué teníamos que hacer? Pues estar con el pueblo, con la gente, con las comunidades especialmente, con los más débiles, con los más sufridos”, externó el Padre Castro, con su túnica blanca para oficiar la solemne misa.
“¿Cuál es el papel del pastor? Pues el Señor pide estar con ellos para darles ánimo, aliento, esperanza y levantarlos”, dijo el sacerdote católico.
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