El cardenal emérito Miguel Obando y Bravo, cumplió el martes 2 de febrero 2016 90 años de edad. Ortega envía cartas a la Asamblea Nacional para que le hagan memorable distinción a su servicio al semejante. Siempre fue un buen amigo de San Juan Pablo II y esta ligado a los altos cargos de poder político de Nicaragua.
FotoAyer el mandatario de Nicaragua Daniel Ortega Saavedra, envió la propuesta escrita ante la Asamblea Nacional, para que sea declarado el cardenal emérito Miguel Obando y Bravo, con el grado “Prócer Nacional de la Paz y la Reconciliación”.
El martes el líder católico llegó a sus 90 años de edad. Para Ortega hacer esto es un “deber de los pueblos reconocer el valor y la gloria de sus hijos que han ofrendado y gastado su vida para encontrar la reconciliación y la paz de la cual goza hoy el pueblo de Nicaragua”.
Las experiencias de Obando datan desde muchos años atrás cuando fue mediador entre el dictador Anastasio Somoza Debayle y la guerrilla nicaragüense en los años 70, después lo volvió a ser cuando el sandinismo estuvo en el poder en los años 80, con la Contra, cuando tenía el grado de arzobispo de Managua.
Miguel Obando Bravo, es cardenal nicaragüense y el arzobispo emérito de Managua nacido en el poblado La Libertad, departamento de Chontales, prelatura apostólica de Juigalpa, el 2 de febrero de 1926.
Cargo en el gobierno sandinista
El 1 de abril del año 2005, exactamente un día antes de fallecer, el Papa Juan Pablo II aceptó su renuncia del cargo de arzobispo, sucediéndole el entonces Monseñor Leopoldo Brenes. Actualmente es colaborador del gobierno de Nicaragua.
Actualmente, el religioso preside la Comisión de Verificación, Reconciliación, Paz y Justicia del Gobierno. Ese cargo de Obando y Bravo es “a título personal”, deja en claro la Conferencia Episcopal de Nicaragua.
“Buen pastor” dice Ortega
El mandatario afirma que Obando “mostró su espíritu del buen pastor que conoce a sus fieles, les instruye y va en busca del extraviado o del que necesita ser sanado del alma” y lo hace desde que comenzó su ministerio episcopal.
Ortega agregó que “aun en circunstancias adversas prodigó alivio y aliento como la madrugada del terremoto que destruyó Managua el 23 de diciembre de 1972”.
“Dotado de energía moral gigante y de un valor cívico innegable, le hemos visto levantar su mano para bendecir y exhortar siempre el diálogo, al perdón y la reconciliación como medio de alcanzar la paz”, redactó Ortega.
Un hombre entregado
Dijo que el gran representante de la iglesia Católica de Nicaragua, Obando y Bravo ha demostrado mucho amor por su nación, se entregó al servicio de los más pobres del país y luchó siempre por las causas correctas.
Obando y Bravo fundó la privada Universidad Católica “Redemptoris Mater” (Unica) y fue el eclesiástico con mayor rango en la iglesia Católica nacional desde que en 1985 el papa Juan Pablo II le hizo el nombramiento de cardenal, hasta que el papa Francisco decidió nombrar al arzobispo de Managua Leopoldo Brenes, nuevo cardenal en el 2014.
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