Historia y fin del conflicto entre Guerrilla de las FARC-EP y gobierno Colombiano
Negociaciones duraron tres años y medio con los diálogo de paz para llegar al histórico acuerdo
CablesFoto Tres años y siete meses después de iniciados los diálogos de paz, las delegaciones del gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) anunciaron en La Habana un histórico acuerdo sobre el fin del cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo.
En un comunicado conjunto emitido en la capital cubana, sede de las conversaciones, ambas partes aseguraron que pactaron también la dejación de las armas, las garantías de seguridad y la lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres.
Los puntos convenidos este miércoles son temas claves del tercer punto de la Agenda denominado Fin del Conflicto. En el tintero queda pendiente todavía acercar posiciones relacionadas con la implementación, verificación y refrendación del Acuerdo Final, y con algunos subtemas pendientes de otros asuntos.
En enero las partes solicitaron a la ONU monitorear el cese del fuego como una fuente de resolución de conflictos.
¡Mañana será un gran día! Trabajamos por una Colombia en paz, un sueño que comienza a ser realidad. #SíALaPaz, escribió el presidente Santos en su cuenta de la red social Twitter.
El comandante de las FARC-EP, Timoleón Jiménez, escribió en la misma red social lo siguiente: “Llegamos a la Mesa de conversaciones convencidos de la necesidad de Paz, interpretando el anhelo de las mayorías, ni vencidos ni derrotados”.
Las delegaciones llegan a este momento con gran parte del camino recorrido, en un proceso en el cual “nada está acordado hasta que todo esté acordado”, tal y como han expresado las partes implicadas en anteriores oportunidades.
Los acuerdos alcanzados en materia de desarrollo agrario integral, participación política, el problema de las drogas ilícitas y reparación de las víctimas dan fe de ello.
Historia de un conflicto
Las actuales conversaciones, iniciadas el 19 de noviembre del 2012 en La Habana, han avanzado como nunca antes en los esfuerzos por finalizar una guerra que ha provocado el desplazamiento de casi seis millones de personas y la muerte a 220 000.
La Fundación Paz y Reconciliación recoge los intentos anteriores por finalizar un conflicto de más de cinco décadas.
En 1982 el entonces presidente Belisario Betancur promovió un proyecto de amnistía para desmovilizar los grupos guerrilleros en el país. De esos encuentros salió el primer acuerdo de cese al fuego con las FARC (principal movimiento insurgente fundado en 1964).
Entre los puntos de mayor impacto estuvo el reconocimiento de las FARC como un actor político. Como consecuencia, nació Unión Patriótica, el partido político de ese grupo guerrillero.
También pactaron el cese al fuego con el Gobierno otras guerrillas como el M-19 (Movimiento 19 de abril) y EPL (Ejército Popular de Liberación).
En 1984 se firmó el Acuerdo de la Uribe entre el gobierno de Betancur y las FARC. Sin embargo, tres años después, el incumplimiento del Gobierno, la falta de garantías para la vida política, los ataques y la presencia cada vez más fuerte de los paramilitares se impusieron a los anhelos de reconciliación. Unión Patriótica fue exterminada.
La posibilidad de dialogar se concreta en 1991 con César Gaviria en la presidencia. La agenda establecida para las conversaciones en Tlaxcala, México con las FARC, el ELN (Ejército de Liberación Nacional) y el EPL —agrupadas en la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar— y otros, incluía diez puntos. En esta ocasión la administración de Gaviria concretó acuerdos de paz con el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), el Movimiento Indígena Armado “Quintín Lame”; pero las FARC prosiguieron con la lucha armada.
A estos intentos le siguieron años de acercamiento pero sin establecer como tal un proceso abarcador. No fue hasta la presidencia de Andrés Pastrana (1998-2002) que se desarrolló otro diálogo con las FARC conocido como el Proceso de Paz del Caguán iniciado en 1999.
Con su “Política de Paz para el cambio” el gobierno y la guerrilla contemplaron temas como derechos humanos, reformas políticas y agrarias, paramilitarismo, entre otros. Este intento fracasó, una vez más, debido a la falta de voluntad de ambas partes y la improvisación. El 20 de febrero del 2002 el proceso concluyó y con este nuevo fracaso, se esfumó el deseo de la reconciliación nacional.
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