Senado de Brasil destituye a la presidenta Dilma Rousseff por juicio político
Mayoría de senadores decidieron sacarla del poder 180 días
CablesFoto Archivo Los 55 senadores de 81 votaron por la continuidad del juicio político a la única mujer que llegó a la presidencia de Brasil, Dilma Rousseff. 22 rechazaron y se dieron 4 abstenciones. La mandataria estará fuera del cargo mientras dura el juicio 180 días. Será sustituida por su vicepresidente en forma interina Michel Temer. Acusada supuestamente de un "crimen de responsabilidad", el maquillaje de las cuentas públicas, una práctica habitual en los gobiernos brasileños de todos los colores políticos y que, ante la balanza de la Justicia, no tipifica ningún delito.
Rousseff sale del poder temporalmente mientras dura el juicio y es el posible fin de los más de 13 años del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) en el poder pero en política no se puede decir categóricamente nada.
La destitución de la mandataria brasileña tuvo una maratónica sesión de casi 22 horas. Entre sus antecedentes políticos antes de llegar al poder se destacan sus labores de guerrillera durante la época de la dictadura militar. Llegó al poder de 68 años en el año 2011 junto a su actual sustituto y compañero de mandato, Michel Temer de 75 años de edad, a quien ella señala de traidor.
La mandataria se va del cargo en medio de una grave recesión económica y un escándalo de corrupción que ha manchado a buena parte de la élite del poder en Brasilia. Y se quedará sin inaugurar los Juegos Olímpicos que se celebran en agosto en Rio de Janeiro.
"Es desproporcionado, es como si quisiéramos penalizar con pena de muerte una infracción de tránsito", dijo la senadora Gleisi Hoffmann, exjefa de gabinete de Rousseff y miembro del PT.
"El impeachment es un remedio amargo, pero necesario" frente a la baja popularidad de Rousseff, el aumento del desempleo y la caída de la producción, dijo durante la sesión el senador opositor José Serra (PSDB), posible canciller del nuevo gobierno de Temer.
La destitución definitiva de Rousseff requiere de dos tercios de los votos del Senado (54 de un total de 81 miembros) al final del juicio político. Menos de los votos que se registraron este jueves en el Senado, lo que hace muy poco probable que vuelva al poder.
Muchos cuestionan este proceso en la cámara alta, donde una mayoría está acusada de corrupción. Un estudio de la ONG Transparencia Brasil reveló que 61% de los 81 miembros del Senado han sido condenados o acusados de delitos en algún momento.
Como si de un gran partido de fútbol se tratara, los brasileños siguieron los debates del Congreso desde sus hogares o en los bares, pero pocas personas salieron a las calles, contrariamente a las multitudinarias protestas del último año.
Llegó el día de gloria para Temer, del partido de centroderecha PMDB, quien fue hasta hace poco el número dos y escudero de Rousseff. Durante un tiempo su aliado, y ahora uno de sus principales enemigos. Tanto esperaba este momento que hace unos días divulgó accidentalmente un audio con el discurso que dirigiría a la nación en caso de que la mandataria fuera destituida.
Los mercados apuestan que Temer puede cambiar el rumbo de la economía del país. Pero el vicepresidente brasileño tiene una popularidad bajísima y enfrenta enormes desafíos, casi los mismos que hundieron a Rousseff.
Temer ya anunciará este jueves alguna de las figuras que integrarán su equipo de gobierno y la mandataria dará un mensaje a la nación a las 10:00 hora local.
Rousseff dejará el Palacio del Planalto (sede del gobierno) y se dirigirá al Palacio de Alvorada, la residencia oficial, desde donde preparará su defensa. La mandataria dará un mensaje a la nación este jueves a las 10H00 locales (13H00 GMT). A partir de este jueves, Rousseff dejará el Palacio del Planalto (sede del gobierno) y se dirigirá al Palacio de Alvorada, la residencia oficial, desde donde preparará su defensa.
El pasado 17 de abril la Cámara de Diputados aprobó el pedido de juicio político con 367 votos a favor, 137 en contra, siete abstenciones y dos ausencias. La solicitud pasó a ser analizada por una comisión especial de 21 senadores que el 6 de mayo aprobó con 15 votos a favor el informe de su relator, Antonio Anastasia, quien recomendó que el proceso avance hacia una probable destitución.
Inesperado destino para esta mujer reelegida en octubre de 2014 por cuatro años, que llegó a tener 77% de popularidad al comienzo de su primer mandato, impulsada por programas sociales que sacaron a millones de personas de la pobreza.
Gran parte de su desgaste se debe también al megafraude descubierto hace dos años en la estatal Petrobras, que tiene en la mira a decenas de políticos de su PT y a aliados, así como a poderosos empresarios.
La exguerrillera no es blanco de ninguna investigación o acusación por corrupción. Pero tanto socios como rivales, muchos de ellos legisladores en funciones que votaron su juicio, son indagados o acusados en este inmenso escándalo que robó a Petrobras más de $2.000 millones. Rousseff acusa a Temer de orquestar un "golpe moderno" en su contra y aduce que gobernantes de la oposición que la precedieron practicaban las mismas maniobras fiscales de las que se le acusa.
Torturada y encarcelada durante la dictadura militar (1964-1985), ha prometido una y otra vez que luchará hasta el final. Pero está políticamente cada vez más aislada. De momento la gran pregunta es si saldrá discretamente del Planalto o si lo hará acompañada de sus seguidores, con la mirada desafiante que siempre la ha caracterizado.
Desde que salió a la luz pública el caso de corrupción en Petrobras, la oposición brasileña pretende vincular a la presidenta Dilma Rousseff y a los miembros del Partido de los Trabajadores (PT) para impedir que se mantengan al frente del Gobierno.
La acusación central de la oposición contra Rousseff para justificar un juicio político es la supuesta violación de normas fiscales al maquillar el déficit presupuestario de 2015. Sin embargo, no se han presentado pruebas contra la mandataria brasileña, quien ha reiterado su inocencia.
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