Ya el Poder Ejecutivo se pronunció contra destitución de la presidenta de Brasil, a esta posición se suman desde la Asamblea Nacional los diputados oficialistas.
Foto AN La aprobación de una declaratoria que rechaza el juicio político a la presidenta destituida de Brasil, Dilma Rousseff, fue la discordia del día de ayer en la Asamblea Nacional de Nicaragua, pues tanto oficialistas como opositores, unos apoyaban y otros rechazaban respectivamente dicha posición del poder legislativo.
La opositora Bancada de la Alianza Partido Liberal Independiente (Bapli), realizó votos en contra de la posición del Congreso sobre el proceso de Impeachment contra Rousseff, tras explicar que la ex mandataria ya fue sustituida de su cargo.
“La acusación contra Rousseff fue por alteración de cuentas públicas para maquillar el déficit presupuestario, famosas pedaladas fiscales, esto significa, uso de fondos públicos para cubrir programas gubernamentales, similar situación sucede en Nicaragua con los 3,500 millones de dólares de la cooperación petrolera venezolana en manos del círculo del Poder del régimen de Ortega”, dijo el legislador Armando Herrera.
Los del Bapli criticaron a los legisladores oficialistas de ser “injerencistas” en su posición al estar realizando declaratorias dirigidas a Brasil
“Yo creo que la Asamblea Nacional está abusando con este tipo de Declaratorias, porque cada vez que un país del Alba, enfrenta un proceso de implosión económica y política como es el caso de Venezuela y ahora en Brasil, esta Asamblea se pronuncia a favor de los gobernantes”, dijo el diputado opositor Pedro Joaquín Chamorro.
Lo que dicen los diputados oficialistas
A pesar de la oposición la declaratoria fue aprobada con 64 votos a favor y 24 en contra, y esta afirma que ocurrió un “golpe parlamentario” contra la ahora ex presidenta brasileña, Dilma Rousseff.
El diputado del Frente Sandinista (FSLN), José Figueroa, afirmó "la Asamblea Nacional rechaza este golpe parlamentario, basado en artimañas y mamarrachos jurídicos, que le han permitido a los grupos de ultra derecha en Brasil, en complicidad con el Imperio, sacar del poder ilegalmente a una Presidenta electa por votos de los brasileños, una presidenta que ha sido el país que más avances han tenido en la lucha de la pobreza extrema, un gobierno caracterizado por ser un gobierno progresista y de avanzada".
"Hay más de 100 diputados y senadores en listados de corrupción, es decir, los corruptos están enjuiciado políticamente a una presidenta qué ha sido integra en su gestión de gobierno al frente de Brasil", dijo el político oficialista.
El presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Legislativo, el sandinista Jacinto Suárez, dijo por su parte que "no hay dolo, no hay robo, no hay enriquecimiento, Rousseff está siendo juzgada y destituida por una razón meramente política".
Con estas dos declaraciones queda muy clara la posición de Nicaragua desde la Asamblea Nacional, sobre lo que ocurre en Brasil.
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