Duilio Rosales Casco, Nicaragüense, amigo, hermano y hombre de bien.
Foto L. Trujillo Parafraseando a Dickens ¿Es este el mejor de los tiempos o el peor? ¿la edad de la sabiduría, y también de la locura? ¿la época de las creencias y de la incredulidad? ¿la era de la luz y de las tinieblas? Hoy, a veces todo lo poseemos, pero a la misma vez en ocasiones no tenemos nada (...) caminamos en derechura y nos extraviamos por el camino opuesto. En una palabra agregaría yo; el mundo anda MAL.
Estos fragmentos citados son parte de "Historia de dos ciudades" de Charles Dickens, si amas la lectura zambúllete en esa piscina literaria, créeme que de esa prosa saldrás distinto.
Ninguna muerte está justificada creo yo, aunque después de ver "Mar Adentro" dude en aquel entonces, ahí, Javier Bardem interpreta a Ramón, que lleva casi treinta años postrado en una cama al cuidado de su familia. Su única ventana al mundo es la de su habitación, junto al mar por el que tanto viajó y donde sufrió el accidente que interrumpió su juventud. Desde entonces, su único deseo es terminar con su vida dignamente.
Recientemente en pleno arranque de semana recibí un mensaje vía Facebook...esos textos que no quisieras ¡leer nunca!-un amigo mío había sido asesinado-con el típico arranque clásico que es el preludio al dolor que te abre por la mitad: te tengo una mala noticia iniciaba el tex....¿Por qué? me pregunté al instante.
Conocí a ese amigo-atrozmente separado de quienes le amamos-hace media década, son esos afectos que llegan para quedarse, dotado de carisma con el que nacen pocos, poseedor de un corazón tan gigante como el Himalaya, su norte cardinal fue ayudar y separar cualquier aspereza y ponerla bajo tierra, poniendo en primer plano la amistad, como la viuda de la parábola de Jesucristo daba todo porque entregaba lo que poseía sin una pizca de duda.
Quienes conocieron a Duilio saben que no exagero ni una letra, quizás hasta minimice la verdadera joya humana que fue. Compartimos hogar, tertulias hasta la media noche de muchos días y jamás observe un rencor suyo por alguna diferencia de opiniones.
Buscando la independencia y formación de familia como es natural, aquella casa donde hubo risas y anécdotas guardadas en nuestros discos duros se desintegró y todos sin dejar el contacto uno del otro tomamos rumbos distintos. Tal vez con más relevancia otros miembros de mi familia tuvieron cercanía y afinidad superior con él, porque la vida es así-pero jamás le perdí la pista-
Decidió buscar horizonte lejos de Miami-(Alaska)-donde nos encontramos por azares o destino de la vida, siendo un orfebre de calidad pulida y finísima como todas sus obras de arte, llego allá y prontamente se volvió el favorito de muchos. Me atrevería a decir que esa profesión estaba en su ADN.
Totalmente abstemio y sin ningún vínculo con cualquier sustancia tóxica que atrapa a jóvenes de su edad hasta consumirlos y soltarlos vueltos una piltrafa humana, mi amigo se estableció al lado del frío y la nieve, una mujer que amaba como asimismo y dos niñas eran su bastión, la pasión por la que luchaba día tras día; dicen que la verdadera felicidad no se tiene que gritar y Duilio la vivió, no la promulgó.
Con 30 años y unas millas más, lleno de una pujante juventud y bilingüe, en el país donde los sueños de construir ese futuro soñado no sólo es permitido sino que está al alcance de quién se atreve a buscarlo, él se abría paso sin recurrir a lo oscuro y sucio que nos rodea hoy, nadie puede insultar su memoria porque no dio motivos y se fue causando el menor daño posible-de eso estoy seguro.
Pocos amores sobreviven al tiempo, ese enemigo terco e inoxidable y siempre imparable; en contrapunto Duilio permanecerá atesorado en la memoria sentimental ¡imposible desaparecerlo de ese sitio!
¡El no merecía esa muerte absurda y sucia que alguien perpetró bajo la penumbra!
donde el cobarde y miserable se agazapa para tramar daño-por la espalda-típica acción del fracasado que no soporta verse superado por la limpia e inmaculada carrera de un joyero que labró a base de tesón sostenido y superación diaria una vida plena para su esposa e hijas.
¿Por qué tan repentinamente? sin culpa alguna y precozmente,este mundo se queda sin un humano que hizo de su vida y la nuestra una excusa para decir:todavía hay luz en medio de tanta oscuridad.
Duilio Rosales Casco. Nicaragüense, amigo, hermano y hombre de bien.
Aunque físicamente no podamos darte ese último abrazo-estarás aquí- "donde se acumulan tesoros que ni la pollilla y el moho destruyen."
Morristown New Jersey USA.
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