¿Tiene el pueblo venezolano alguna posibilidad de librarse de la dictadura colectivista, socialista, comunista, y reacomodar este desastre? Si, otros pueblos y, algunos de ellos, en peores circunstancias, lo hicieron. ¿Y, podemos hacerlo? Eso enseña la historia. ¿Pero, cuando? Eso lo decide el pueblo de Venezuela. Siempre nos hemos quitado de encima las dictaduras. Todos los dictadores han sido “relevados” del cargo por el mismo pueblo que en un momento lo apoyo.
Desde el gobierno se dice que no existe ninguna posibilidad del fracaso del presente régimen. Pero a estas alturas del cuento, 10 años ejerciendo el poder y teniendo suficientes recursos de todo orden sin exhibir ningún éxito y sin resolver ningún problema del pueblo, mas bien agravándolos, parece sin sustento y luce, por lo menos, desafortunada esa afirmación.
Aparentemente, por las múltiples y variadas manifestaciones a lo largo y ancho del país y muchas en el exterior, el pueblo ya comienza a sentir, a reclamar, a perder el miedo, el temor al gobierno, a los esclavistas, a los colectivistas, socialistas, comunistas. Notamos, además, que hay una especie de abandono del resentimiento inicial, de esa inseguridad para actuar en contra del mal gobierno, para enfrentarse a sus maléficas decisiones e imposiciones. Hay asomos que indican un comienzo hacia la resistencia al mal gobierno y sus aliados. Se esta comprobando, en los hechos, que este régimen es un fraude por donde usted lo mire.
El miedo que el mal gobierno infundió a este pueblo libertario se percibe como anormal. Ese miedo era una repuesta del pueblo al trapo rojo izado, al peligro manipulado de una “invasión yanki”, de una cantaleta sobre las amenazas de muerte contra el mandatario. Cuanto parece ser en realidad es la explotación, el aprovechamiento, del miedo ya manifiesto del pueblo y con el cual vivimos desde que la inseguridad se convirtió en una política del presente régimen. Aumentar la inseguridad del pueblo para aumentar la seguridad del propio régimen. Tamaño crimen. En evidencia. Arma a los suyos en vez de desarmarlos. Luego grita, campaña mediática, que lucha por la seguridad. Sus aliados se exhiben armados hasta los dientes, tan campantes.
Es momento de recordar el sufrimiento que experimenta una persona cuando, en soledad, piensa cuanta libertad ha perdido, cuanto ha dejado de hacer, cuan lejano esta mejorar su condición económica y social y lograr sus mejores sueños y su felicidad porque este régimen, por todos los medios a su alcance, trata de matar su individualidad, su creatividad, su esfuerzo, su ego, sus oportunidades; pero el pueblo, el individuo, la persona, ha comenzado a identificar y señalar a quienes han pretendido privarlo de su coraje y serán, seguramente y en su oportunidad, objeto de su rechazo.
El pueblo, el ciudadano de a pié, esta comenzando a señalar, además, a todo aquel que se ha comportado como un miserable, a todo aquel que pretende negar que la fuente y la capacidad de cada ser humano esta dentro de su propia mente y aplicación, a todo aquel que ha pretendido negarle la posibilidad de construir una nueva realidad deseada, buscada, trabajada, ganada, su felicidad, su bienestar.
¿Por qué este mal gobernante y sus rojos, rojitos, matan mis sueños, se preguntan los jóvenes? ¿Por qué me inducen al autoengaño? ¿Por qué me convierten en pedigüeño, dependiente del mal gobierno, en parasito? ¿Por qué me infunden miedo, dependencia, obediencia, esclavitud, odio, necesidades no sentidas, artificiales? ¿Por qué denigran y condenan y excluyen a quienes disienten y los exponen peligrosamente, criminalmente, ante un grupúsculo rojo, rojito hostil y/o de matones y/o al escarnio público por la televisión y medios de comunicación dirigidos por el mal gobierno? ¿Por qué la exaltación al odio, a la guerra, al crimen, al pillaje, a la cobardía, al irrespeto, a quitarle sus bienes, su vida, en cada alocución en cadena por la voz grosera y vil del mal gobernante y dueño de los rojos, rojitos? ¿Por qué se apropia del trabajo productivo de tantos ciudadanos emprendedores al arrebatarles sus bienes productivos que vienen de generaciones anteriores y/o de su tesonero trabajo? Afortunadamente el pueblo, las personas, los ciudadanos, saben, sienten, que ningún país se levanta y se desarrolla basado en el odio. Eso esta en la conciencia de cada uno. Se preguntan: ¿Estoy preso en mi país, en mi ciudad, en mi pueblo? ¿Soy esclavo del mal gobierno? ¿Necesito que otro, un miembro de la nueva camarilla en el mal gobierno, apruebe y ordene mi conducta y mi pensamiento, mi vestido, mi comida? ¿A quien más le importa mi situación actual? Pero si soy libre para sentir bondad por los demás. ¿Entonces? ¿Por qué soporto al mal gobernante y a sus rojos, rojitos, todavía? Diez años es tiempo…
Independientemente de quien relate el cuento y de donde lo tomó, la humanidad sabe que su historia comenzó con un ser humano y que ese pionero pagó, posiblemente con su vida, su valentía, sus iniciativas, sus descubrimientos. Los grandes creadores, pensadores, artistas, científicos, inventores, han enfrentado solos a sus opositores de su época. Todo nuevo invento fue rechazado. Sin embargo, los visionarios siguieron adelante. Lucharon, sufrieron y pagaron por su grandeza. Pero vencieron a pesar de los colectivistas, socialistas, comunistas.
Es risible a estas alturas recordar que la mayoría de los inventores fue impulsada por el deseo de servir a los demás, de ser colectivista, mucho menos socialista, comunista. Casi siempre esos “demás”, los otros, el resto, rechazaron los inventos porque los sacaban de su conformismo, de sus poltronas, de su comodidad bien ganada, de su tranquilidad. Hoy buena parte de la inteligencia venezolana, de líderes gremiales, sociales, comerciales e industriales, sindicales, estudiantiles, etc., conociendo el peligro que representa este régimen para la ciencia y el avance, todavía no ha reaccionado como se supone que les corresponde. ¿Cuándo lo harán? Pregúnteselos usted, por favor. ¿Esperan un salvador, un superman y, luego, disfrutar del logro?
El único aliciente, según opiniones respetables, que mueve a los inventores, a los creadores, es su propia verdad, su trabajo, su dedicación, expresada de manera particular, en un objeto, en una idea, en un método, en una maquina, en una construcción, en un motor, etc., y esa es su vida, su única vida. Otros, la gran mayoría, solo disfrutan de la creación de los inventores: leen, oyen, vuelan, habitan, se curan, ven, gozan, etc. Solo son usuarios de la creación de los inventores. Reciben los beneficios de los creadores, de los inventores. Los usan y gozan.
¿De donde les viene esa visión, esa chispa, esa fuerza, ese valor, a los inventores, a los creadores? Me parece que les viene de su ego, de su espíritu, de su conciencia. Sentir, obrar, pensar, juzgar, son funciones, según calificadas opiniones, del ego del ser humano. ¿Son colectivistas, socialistas, comunistas? No, no lo son. Son autogeneradores, autosuficientes, auténticos, tienen su propia fuente de energía, su fuerza vital, “crean chispa”, “paren ideas”, son originales. Los creadores viven para si mismos, no atienden a nadie. Solo así han creado todas las cosas que hoy día se ensalzan como gloria de la humanidad.
Claro, vivimos por nuestra mente y nuestro cuerpo. Nacemos inútiles, nuestro cerebro es nuestro futuro. La mente es propiedad privada e individual. El cerebro y la mente no son de propiedad y función colectiva, es individual. Cuando dos o mas personas llegan a un acuerdo, cierran un trato, se comprometen a algo, intercambian libremente principios y valores. Es, también, un proceso de la razón individual de cada uno. Cuando un grupo de personas toma alimentos no los digieren con un solo estomago, lo hace cada uno en particular, aun cuando el alimento sea el mismo. Usted respira por usted, no por otro; usted no puede pensar por otro y el no puede pensar por usted; las funciones de su espíritu y de su cuerpo son solo suyas, de nadie mas, no pueden ser transferidas ni compartidas. ¡La libertad la necesitamos todos! ¡La expulsión de los críticos solo verifica que la crítica es valedera y que la libertad pregonada hacia el exterior no existe es pura y simple simulación! ¡Sus propias acciones evidencian la mentira!
“Lo que distingue a la civilización de la barbarie es que en la primera las personas basan sus relaciones humanas en la persuasión y en la segunda las basan en la fuerza”.
Mark Skousen |