Este régimen trata de imponer con la violencia y la brutalidad una especie de revolución cultural al estilo Stalin y/o Mao. Ataca y pretende destruir el ateneo. Afortunadamente parte de los 10 millones de resistentes al régimen lo han denunciado y, sobre todo, valientes, muy valientes mujeres que están perfectamente claras con aquello de que “no llores como mujer cuanto no defendiste como hombre”.

Dos aspectos son convenientes destacar, en esta ocasión, con relación al tema de la revolución cultural que se ha pretendido implantar y, sobre todo, viniendo del propio V. I. Lenin: el aparato estatal y las cualidades de dirección. Sostenía Lenin que son las palancas principales de la acumulación socialista y de la incorporación de las masas a la construcción socialista. Sin ellas no hay revolución. Se pueden consultar en dos artículos: uno, “Como reorganizar la Inspección Obrera y Campesina”; el otro, ya citado en otra oportunidad, “Mejor poco, pero mejor”.

Cito a Lenin: "Es el momento de que corrijamos esto. Debemos mostrar una saludable desconfianza hacia el avance demasiado rápido, hacia cualquier jactancia, etc. Debemos proponernos comprobar cada uno de los pasos hacia adelante que proclamamos cada hora, que damos cada minuto, y que luego, cada minuto, demostramos que son frágiles, inseguros y confusos. Lo más perjudicial en este caso sería apresurarnos".

Las consideraciones de Lenin sobre el aparato estatal hay que recordarlas: “hay que economizar, porque sólo entonces se puede llevar a cabo la industrialización. Hay que simplificar porque solo entonces podremos incorporar a las masas. Hay que alcanzar una elevación general de la productividad del trabajo. De esta manera, el problema del aparato estatal, desde el punto de vista de la incorporación de las masas, de la economía y de la productividad del trabajo, se vincula con todos los problemas. En el tema del aparato estatal se enlazan, como en un foco, todos los temas, desde los económicos hasta los culturales”.

Sin el aparato estatal no hay robolucion para que lo recuerden afectos y resistentes y contrarios. Por eso estos robulucionarios venezolanos se apoderaron del aparato estatal y lo convirtieron en un aparato partidista; de allí todo cuanto observamos en esta pasada campaña electoral para la reelección y/o postulación indefinida.

¿Se entiende, se comprende? El aparato estatal es la palanca, junto con los verdes billetes de los gringos (a quienes dicen odiar y lloran y claman por hablar con ellos), provenientes de los ingresos petroleros, mediante lo cual los rojos rojitos, en su condición de partido, orienta toda su política; ese mismo aparato estatal, luego, se convertiría en “estado comuna”. Lea bien, “estado comuna”. ¡Que retroceso histórico!.

Vladimir Ilich se pregunta: si se plantea una quiebra en el tema del aparato estatal, ¿cómo repararlo, adónde debemos dirigimos, a qué palancas debemos aferramos? Y se contesta: “debemos apelar a la fuente más profunda de la dictadura; y esta fuente más profunda la constituyen los “obreros de avanzada". Lean bien: …“a la fuente mas profunda de la dictadura”… La dictadura…”obreros de avanzada”… ¿Cuándo y en cual industria trabajaron los supuestos dirigentes de los rojos, rojitos? ¿De donde son y/o han sido “obreros”? ¿Acaso la enmienda aprobada, gracias a la complicidad de unos cuantos, no le aligera el camino a una dictadura? ¿Quiénes sufrirán primero la dictadura? Para que se preparen, la sufrirán primero los rojos, rojitos, los obreros, y, fundamentalmente, los funcionarios públicos y los de más alta jerarquía, los mas cercanos al dictador. Así de simple. Si no lo creen, les recuerdo a sus antepasados: Hitler, Stalin, Mao y Fidel, para no ir tan lejos. Estúdienlos.

Y sigue Lenin: “Es menester preocuparse por concentrar en la Inspección Obrera y Campesina a “lo mejor que tenemos en nuestro sistema social", "un material humano de características realmente modernas, es decir, que no sea inferior a los mejores modelos de Europa occidental". A partir de este extremo hay que depurar el aparato estatal. Lean bien otra vez: “depurar el aparato estatal”. Ese aparato lo conforman los empleados públicos: prepárense para cualquier tipo de acusaciones y castigos y vejaciones.

Los elementos “realmente esclarecidos" deben tener las siguientes características: primero, no creer ni una palabra al pie de la letra; segundo, no decir ni una palabra en contra de su conciencia (en política, la conciencia no se anula, como algunos piensan); tercero, no temer decir la verdad ante ninguna dificultad, y cuarto, no temer a ninguna lucha para lograr el objetivo que uno se ha planteado seriamente”. Eso, en un estado terrorista y fracasado, los conduce al patíbulo, para que lo sepan los rojos, rojitos. La historia se encargo de demostrar que todo eso no sirve para nada…Seguimos en el próximo.

Nota: 01. ¿La oposición democrática y plural, sus partidos y ongs y personalidades y ciudadanos, deberían tener un espacio en los medios de comunicación en donde el estado es propietario y/o accionista? ¿Por qué no los tiene? ¿Por qué no se exigen, como debe ser?.

“El club con más socios del mundo es el de los enemigos de los genocidios pasados. Sólo tiene el mismo número de miembros el club de los amigos de los genocidios en curso” Jean-François Revel
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