Suscríbase | Juegos
La Jornada
 
inicio archivo envie su opinion aviso del medio    

actualizado 30 de abril 2010

Algunos antecedentes históricos del feminismo
Los antecedentes históricos del feminismo se pueden remontar muy atrás en el tiempo
Por Gustavo Adolfo Vargas

Los antecedentes históricos del feminismo se pueden remontar muy atrás en el tiempo. Sin embargo, fue al final de la Edad Media y a comienzos del Renacimiento que valientes intelectuales, arriesgando su integridad personal y hasta su vida, se atrevieron a condenar el ambiente misógino que generaron las ideas de la Contrarreforma Católica y se preocuparon por el tema de la identidad social de la mujer y su papel en la vida política.

La Iglesia Católica se oponía firmemente a la participación de la mujer en la vida social, especialmente que fueran admitidas en las Academias para realizar estudios de artes y ciencias; a las mujeres científicas se las consideraba brujas y por lo tanto debían ser quemadas por la Santa Inquisición. Se abrió una dura polémica al respecto, y los pensadores de esa época se alinearon de uno y otro lado. Empero, el “establishment” de la Iglesia siempre estuvo en contra de que las mujeres estudiasen.

En la época de la Ilustración se dieron pasos importantes para el desarrollo del feminismo. En 1791, siguiendo las ideas de su tiempo, Olimpia de Gouges escribió en Francia su Déclaration des droits de la femme et de la citoyenne, (Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana) en la que proclamaba que las mujeres poseían los mismos derechos civiles y políticos que los hombres. No obstante, la Convención francesa rechazó la propuesta de la igualdad política entre los dos sexos, a pesar de las alegaciones de Condorcet, Fourier y Saint-Simon en favor de la emancipación de las mujeres.

Por su parte, Mary Wollstonecraft, en Inglaterra, publicó en 1792 su Vindication of the Right of the Women (Vindicación del Derecho de las Mujeres). También las escritoras Madame de Staël y George Sand defendieron la teoría y práctica del feminismo. En 1869 John Stuart Mill en su obra The Subjection of Women, planteó un conjunto de reivindicaciones concretas a favor de las mujeres. Pero fue Alejandro Dumas (hijo) el primero en usar en 1872 el término feminismo con la significación de movimiento para reivindicar los derechos de la mujer.

Como movimiento militante, el feminismo existe solamente desde 1878, a partir del congreso feminista internacional celebrado en París y de la conferencia reunida en Washington diez años más tarde, de la que nacieron el Consejo Internacional de las Mujeres, la Federación de Consejos Nacionales y las uniones femeninas de varios países. Los estatutos del Consejo Internacional fueron redactados en 1893 en la reunión de Chicago. Éstos son sólo algunos antecedentes históricos del feminismo.

La lucha por la obtención de los derechos políticos y económicos de las mujeres ha sido dura. El movimiento feminista inició sus trabajos para conseguir el derecho al sufragio a principios del siglo XX. Inglaterra, sin duda, fue el país donde alcanzó mayor intensidad. Paradójicamente, la Primera Guerra Mundial contribuyó al logro de los objetivos feministas en la medida que demostraron que las mujeres eran capaces de desempeñar con igual eficiencia que los hombres, las tareas que hasta ese momento les eran confiadas solamente a ellos.

El feminismo ha sido y sigue siendo un fenómeno complejo. Hoy es fundamentalmente un movimiento de exaltación de la mujer en todos los aspectos de la vida pública y privada, en el seno de una sociedad cuyos mecanismos de conducción han sido tradicionalmente dominados por los hombres. Las mujeres fueron discriminadas de muchas maneras frente a la vida social y aún siguen siéndolo.

Como lo demuestran los estudios hechos por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en ningún país del mundo se trata a las mujeres igual que a los hombres. Hay todavía disparidad de oportunidades entre los sexos. En los países industrializados, que se supone que han avanzado más en el camino de la igualdad, la discriminación se manifiesta especialmente en el empleo y el salario. En los países subdesarrollados las desigualdades son aún mayores.

Sin embargo, todos los precursores y las precursoras del feminismo, de los cuales solamente hemos mencionado unos pocos por falta de espacio, defendieron el derecho de las mujeres a tener una educación igual que la de los hombres, iguales oportunidades en el desempeño de las funciones públicas y privadas, el derecho de elegir y ser elegidas en la vida política de la comunidad.

Muchos factores han determinado un cambio de mentalidad. En Nicaragua, estos avances hacia la igualdad llegaron a su máxima expresión con la Revolución Sandinista, en donde hombres y mujeres lucharon hombro con hombro en contra de la dictadura somocista. Después del triunfo, desempeñaron funciones importantes en el ejército y la policía, antes campo exclusivo de los hombres; igualmente se desempeñaron con éxito en todos los poderes del estado, en donde fueron diputadas, magistradas y ministras, fueron administradoras en las empresas nacionalizadas, ejecutivas de los bancos y compañías. En fin, no hubo un solo campo, con excepción de la jerarquía de la Iglesia Católica, en que no estuvieran presentes.
La Revolución preparó la mentalidad de los nicaragüenses para aceptar una presidenta, inimaginable unos años antes. Siguieron Panamá (Mireya Elisa Moscoso Rodríguez. Período del 1º de septiembre de 1999 al 1º de septiembre de 2004) y Costa Rica (Laura Chinchilla Miranda. Período del 8 de mayo de 2010 al 8 de mayo de 2014).

En ningún país del mundo se ha logrado igual salario por igual trabajo, entre hombres y mujeres. Muchas creencias consideradas radicales en el pasado forman ahora parte del pensamiento político común. Sin embargo, el movimiento feminista reivindica que todavía hay muchos cambios por hacer, y sin duda, queda mucho camino por recorrer.

AVISO: La Jornada no puede publicar todas las colaboraciones que se reciben. Las que contengan expresiones ofensivas, reproches de delito, datos errados, o que sean anónimas, no serán puestas en línea. Los aportes atribuidos u opiniones puestas en línea, no representan el perfil ni el pensar del diario, ni de sus anunciantes.
 
publicidad
 
 
   
Inicio | Opinión | Directorio | Agenda | Revista | Video | Galeria | Juegos | SMS`s | Encuestas | Archivo
Widgets | Grupos de Sicoterapia de la Línea del Dr. Ayala | Suscríbase | Mapa del Sitio
Sobre nosotros | Contáctenos | Reconocimientos | Staff | Servicios | Publicidad