El lunes 16 de agosto, empiezan los plazos preparatorios para dar inicio a las acciones jurídicas y técnicas, del proyecto de Revocatoria de Mandato, propuesto por Carlos Vera Rodríguez, amparado en los artículos 105,106 y 107 de la constitución política del Ecuador, en contra del presidente Rafael Correa Delgado. Vera ha puesto en la palestra pública, la necesidad de un cambio conductual en los llamados actores políticos de oposición, quienes deberán patrocinar este proyecto junto con la ciudadanía, o simplemente hacerse a un lado y no ser un estorbo durante el tiempo que dure el proceso revocatorio.

Aunque una parte de la oposición, mira con recelo a Carlos Vera, mas por un sentimiento de envidia que por celos políticos, pues Vera se atrevió a presentar y organizar, lo que en privado ellos comentaban, que era la mejor salida para el problema común, que es el gobierno del presidente Rafael Correa.

El proceso revocatorio es complejo y programático, donde deben cumplirse determinados asuntos, tanto técnicos como legales, entre ellos, la entrega del formulario para la recolección de firmas, por parte del Consejo Nacional Electoral, la calificación de la pregunta del referéndum revocatorio, que hará la Corte Constitucional, el proceso propio de recoger el 15% del padrón electoral, lo que es igual a 1,579,474 firmas de ciudadanos, que darán su apoyo a la propuesta revocadora, la calificación de la autenticidad de las firmas de parte del CNE y las elecciones revocatorias que, con una sola boleta electoral, que versara sobre la continuidad o no en el cargo del presidente de la republica, Eco. Rafael Correa Delgado.

Otros escenarios revocatorios contra autoridades locales también están en marcha, como los de los alcaldes de Duran, Yaguachi, Santa Elena y Babahoyo. En los casos particulares de Babahoyo y Santa Elena, estos procedimientos estarían siendo impulsados por sus últimos adversarios políticos, Johnny Terán, ex alcalde de Babahoyo y Dionisio Gonzabay, ex alcalde de Santa Elena, cuyas derrotas electorales tuvieron un ingrediente común, ambos eran alcaldes en ejercicio y perdieron sus alcaldías de candidatos de Alianza País, por menos de 500 votos de diferencias.

La propuesta revocatoria enciende en gran parte del país, una nueva llama de esperanzas, ante la posibilidad para muchos de terminar con un modelo de gobierno que consideran equivocado y perjudicial para el crecimiento del Ecuador. La fuerza de la ola revocatoria será puesta a prueba con el proceso inicial de recolección de firmas, que contaría con la asesoría y aportes técnicos suficientes, para conseguir en el tiempo y las cantidades requeridas las firmas necesarias.

El gobierno por su parte tratará por todos los medios disponibles, que son muchos, desinflar esta ola revocatoria, y volver a ganar la voluntad popular, como principal premisa y activo político del presidente Rafael Correa. Carlos Vera por su parte, inicia un largo y anunciado camino revocatorio, sabiendo que una vez Izada la bandera de lucha, no hay vuelta atrás, en este proceso que busca un cambio de modelo de desarrollo, en una nación acostumbrada a los vaivenes de las confrontaciones electorales.