Desde la época de Richard Nixon y el escándalo de Watergate, los EEUU no habían sufrido una recaída moral tan grave como en la última semana, con la revelación de cientos de miles de documentos secretos, clasificados y desclasificados que un grupo de personas habrían robado de algunas bases de datos secretas de embajadas norteamericanas en Europa. El llamado escándalo wikileaks desnuda secretos del departamento de estado norteamericano, que ponen en evidencia los oscuros manejos del “Tio sam” en la política mundial.
Aunque Wikileaks no dice muchas cosas que ya no conociéramos, como por ejemplo que Hugo Chávez está loco, y que le hicieron 4 tratamientos con choques eléctricos en La Habana, no resulta nada nuevo, yo dije ya que estaba loco en un artículo que publiqué en varios medios de comunicación en febrero del 2009. Que los Estados Unidos estaban directamente detrás del golpe de estado contra Zelaya en Honduras, lo saben hasta los “Sherpas”, habitantes del Himalaya. Que Fidel Castro trafica con drogas es tan viejo como el Telégrafo. Que Cristina Fernández, Presidenta de Argentina le faltan varios tornillos en la cabeza, ha sido denunciado decenas de veces por el diario El Clarín.
Wikileaks compendia muchas verdades y también muchas mentiras. Lo cierto es que son documentos robados, que ponen en serios aprietos la política exterior de USA. Robar es un delito y los autores del Block deberán pagar muy caro su osadía, siempre y cuando el gobierno norteamericano lo estime prudente.
El vicecanciller del Ecuador Kintto Lucas, acaba de anunciar que Ecuador acogería como refugiados a los autores de Wikileaks, en un acto de solidaridad sin precedentes con el crimen internacional. No estamos hablando de perseguidos políticos, o refugiados económicos, sino de delincuentes internacionales con sociedad con grupos terroristas, justo en momentos en los cuales Ecuador está renegociando la extensión de las preferencias arancelarias andinas ATPDA con los Estados Unidos.
Pido y solicito con el mayor respeto posible al canciller del Ecuador y a su presidente constitucional Rafael Correa, reconsiderar esta opción, por las terribles consecuencias diplomáticas, y económicas que podrían venirle al Ecuador. Que los acojan Venezuela que no tiene nada que renegociar con EEUU, o Bolivia que ya perdió el ATPDA, pero no Ecuador que depende en gran parte de su economía de los Estados Unidos.