Tras 7 años de una perversa y cuestionada invasión militar estadounidense en Irak y haberse gastado la friolenta suma de 713,000 millones de dólares, con 4,400 soldados muertos y decenas de miles de heridos, Estados Unidos se encamina a la retirada militar más vergonzosa desde la guerra de Vietnam. Lo que en una ocasión se conoció como “Operación Libertad para Irak” en marzo de 2003, se convertirá este septiembre 2010, en “Operación Nuevo Amanecer”, y la presencia militar estadounidense que por largos períodos fue de más de 160,000 soldados, bajará entonces a unos 50,000.
Los Estados Unidos encontraron en el año 2003 un Irak, aunque sojuzgado por una férrea dictadura militar, poseía una de las economías mas sanas y mejor estructuradas de la región del Golfo Pérsico. Hoy dejan un país destruido, con una economía quebrada, donde han sido asesinadas más personas que en todos los años en los que gobernó el dictador Saddam Hussein.
En Irak hoy no existe autoridad alguna, es una nación desbastada por la guerra, donde la vida de los ciudadanos no tiene valor alguno. Los EEUU no pudieron dotar la nación de una infraestructura institucional mínima, y mucho menos darle seguridad a la los civiles, aquí el fracaso es evidente, en Irak se sintió con fuerza el martillo, pero solo su puño destructor.
Los estadounidenses le deben una explicación al mundo que todavía es materia pendiente, como es posible destruir un estado rico y poderoso como Irak en tan solo 7 años. Quien pagara los daños, quien se hará cargo de la factura historia, acaso lo hará el señor Bush, cual será el pretexto para justificar según algunos informes no oficiales la muerte de mas de 1,140,000 civiles en 7 años de invasión norteamericana, mientras a países del tercer mundo los sindicalizan por supuestamente no respetar los derechos humanos o instituciones como Green Pace y sus ballenas, o la caza de focas en Canadá, o un perro que muere de hambre, son mas importantes que Un Millón ciento cuarenta mil seres humanos inocentes masacrados en la guerra de Irak.