Hace un mes en un artículo sobre este tema anuncié, que algunos iban a criticar los buses, los autos y la donación del trigo ruso. Lamentablemente ya ocurrió y, para desgracia de estos críticos, a la falta de elementos sobre el tema solo locuras dicen, aun cuando utilicen la historia desde el tiempo de Nerón para parecer creíbles. Este tema del trigo trasciende la lógica que arroja su análisis asociado con la mera búsqueda de votos para afianzar una dictadura. Más bien se trata de una estrategia de nación a largo plazo muy parecida a la estrategia de nación por el Rio San Juan.
El caso de la donación de trigo, por parte de la Federación Rusa a Nicaragua, se puede analizar desde muchos ángulos y ya que este es un tema de política exterior para ambos países se pueden utilizar categorías de análisis muy propios de esta disciplina evitando así la especulación.
La problemática social nicaragüense, derivada por el constante incremento del precio del pan, la incapacidad del consumidor de pagar las alzas a diario de un alimento tan básico como este; la especulación por parte panificadores y harineros, así como la incertidumbre de la fluctuación de precios internacionales del trigo y sobre todo en el marco de una crisis internacional alimenticia permanente, con consecuencias incalculables para un mercado dependiente como el nuestro, es la causa del porqué la asistencia y cooperación solicitada por Nicaragua en este y otros rubros han encontrado eco en la Federación Rusa.
Rusia esta donando 100 mil toneladas de trigo, con un valor de casi 36 millones de dólares de las 110 mil toneladas que Nicaragua anualmente importa de Canadá y los EE.UU. La cadena de valor del pan se origina desde la importación de este grano, pasando por las empresas Harineras locales, que importan el trigo y lo muelen para convertirlo en harina que, finalmente, la venden a los panificadores y estos últimos producen el pan por todo el país, el cual es adquirido por todos los nicaragüenses. Un pan de mala calidad, inflado y con un precio en constante alza. La excusa del sector panificador es que las harineras son las que fijan los precios de la harina y que, a veces, ni completo viene el quintal de harina. Además que no se crea que es del mejor trigo, porque por cada quintal deben de adquirir cierta cantidad de un producto agregado para que este pan se pueda inflar con facilidad. Los importadores se defienden aludiendo a la subida internacional de los precios y que ellos importan el trigo más caro. De tal manera se crea un círculo vicioso, que no protege el bolsillo del consumidor y no le garantiza un pan de calidad.
En el marco del análisis y la planeación estratégica del gobierno, por un lado buscando la solución a este problema de corte interno, que producto de las relaciones de mercado y sus diversos intereses entre empresas internacionales extranjeras exportadoras, las empresas nacionales importadoras y el sector panificador, el precio del pan no puede ser estabilizado para bien de todos los nicaragüenses.
Por otro lado con la intención de asegurar ese alimento en la mesa de cada nicaragüense independientemente de que la crisis alimenticia internacional dispare los precios internacionales del trigo, nuestro Gobierno ha generado este vector donación en nuestras relaciones bilaterales con Rusia.
Desde la perspectiva del análisis del individúo, o los Individuos, (los principales tomadores de decisiones), tanto el presidente Daniel Ortega, como el presidente Ruso Dmitri Medvedev tienen una visión común sobre las relaciones históricas de alianza de nuestros países desde la IIGM, cuando Nicaragua integró a las fuerzas aliadas contra la Alemania Hitleriana, hasta otros momentos de la historia de las relaciones internacionales durante la Guerra Fría y otras mucho más cercanas, como es el reconocimiento por parte de Nicaragua de Abjasia y Osetia del Sur como naciones soberanas tras haber sido reconocidas por Rusia.
Lo anterior nos permite asociar los factores social e individual, con otra categoría de carácter sistémica al entender, que ambos estadistas coinciden con muchos puntos de vista sobre los asuntos internacionales contemporáneos, como son el respeto a la soberanía de naciones que buscan su libertad y que viven bajo la amenaza de la agresión. Y las amenazas que generan las diversas crisis que atraviesa el sistema internacional en la actualidad, entre estas la crisis alimenticia global.
La categoría funcional/ (estructural) propia del análisis de política exterior, nos explica la labor del funcionamiento de diversas estructuras y el rendimiento de sus funcionarios en ambos países para hacer que este vector de cooperación genere los resultados esperados. Me refiero a instituciones como los ministerios de relaciones exteriores de ambos países y sus embajadas, que facilitan la comunicación, le dan seguimiento e impregnan un ritmo constante al tema.
En el caso del Ministerio de Fomento de la Industria y el Comercio (MIFIC) tras diversas rondas consultivas y de negociación, su ministro ha comparecido ante las cámaras y micrófonos de los medios de información masiva junto con los gerentes de las tres empresas harineras importadoras nicaragüenses y los representantes del sector panificador a nivel nacional y han logrado unificar junto al gobierno criterios y estrategias de nación, con el fin de estabilizar el precio del pan para todos los nicas. Un precio más accesible al actual y con capacidad de distribución nacional.
La forma es sencilla, ya que el trigo es recibido en calidad de donación, y el objetivo es abaratar el pan, bajo la óptica de respetar márgenes de ganancia tradicionales de los empresarios privados relacionados con este sector; el gobierno le vende más barato a los importadores, estos venden la harina mucho más barata a los panificadores y estos últimos al consumidor en general. El fondo restante, se ocupara para desarrollar la industria del pan, con crédito al sector panificador, para que modernicen su infraestructura y los procesos de elaboración de este alimento.
No tan fácil ha sido para el gobierno ruso donar tal cantidad de trigo a nuestro país, después que, producto de enormes quemas años atrás, la exportación de granos en Rusia fue prohibida. En conclusión, el trabajo de la Comisión Intergubernamental entre Nicaragua y Rusia, desde hace más de dos años viene laborando en función del fortalecimiento de las relaciones entre nuestros países, lo que se puede ver de manera tangible a diario en las calles del país en buses, carros de procedencia rusa y pronto en el pan que muy pronto consumiremos.
Otro producto agregado al tema abordado. Es que posiblemente comencemos a adquirir el pan no por volumen sino por peso como se practica en todo el mundo y el pan que consumiremos será de mejor calidad. Con calidad europea o es que pensamos que los europeos residentes en el país disfrutan del pan que aquí se consume?