Desde el año 1879 se descubre el primer endulzante artificial. A partir del año 1980 se inicia la elaboración de la hormona insulina con biotecnología a través de ingeniería genética con inversión de más de 700 millones de dólares, la cual se empieza a comercializar en el año de 1982. Coincidentemente en este período se implementa el uso de los edulcolorantes artificiales por autorización de la FDA y la OMS -tan es así que entre los años 1980 y 2011 se triplicó el porcentaje de afectados por esta “enfermedad incurable y de causas desconocidas”, manejando la falacia de causas autoinmunes o de un “mecanismo complejo que no se ha podido establecer”.
La diabetes comercial se produce, cuando en el mundo existen más de 1,5 millones de productos alimenticios, medicamentos y refrescos que contienen edulcolorantes artificiales, los cuales al llegar al organismo, engañan al cerebro y al páncreas, que desencadena una producción de insulina destinada a regular el aporte de azúcar y como consecuencia de esto se produce un estado de hipoglucemia.
Después que el organismo identifica que no se trata de azúcar natural, cuando se ingieren nuevamente los edulcolorantes artificiales, se reducen las secreciones de insulina. El problema surge cuando se vuelve a ingerir azúcar natural, ya que el organismo quedó preparado para los edulcolorantes artificiales, y continuará provocando así que se incrementen los valores de glucosa en la sangre.
Con estas variaciones de hipoglucemia y de hiperglucemia, se provoca “caos dentro del funcionamiento pancreático”. Lo curioso de esto es que los endulzantes artificiales vienen mezclados con azúcares naturales, ¿será para mantener el negocio de la insulina y similares?
Pero hay otro detallito: los endulzantes artificiales son elaborados con metanol (veneno: daños a órganos), y otros derivados del alquitrán de hulla (bencenos, toluenos: cancerígenos). Eso estamos consumiendo, por ello tenemos niños obesos, diabéticos, con artritis juvenil, con “enfermedades raras”. Llamadas “degenerativas” con el sofisma de “genéticas” o “autoinmunes”.
Es decir, la diabetes se presenta cuando el organismo no reconoce los endulzantes naturales, ya que el páncreas y el cerebro han sido engañados y desinformados para que respondan sólo a los endulzantes artificiales Para mi concepto, la diabetes es una sola, la comercialización de la salud ha hecho varias clasificaciones de acuerdo a sus interés de mercado, es un caso anómalo que se haya triplicado el porcentaje de diabéticos, justamente desde el mismo año en que se empieza a comercializar la insulina fabricada con ingeniería genética y que justamente se haya nombrado en la FDA a un personaje que tiene mucha relación con las industrias de los edulcolorantes y con la industria farmacéutica. Es más lamentable que prestigiosos endocrinólogos sugieran el consumo de endulzantes artificiales y se imponga su consumo a través del Código de alimentos autorizado por la ONU a través de la OMS.
Ninguna autoridad de salud o académica se pronuncia al respecto, sino que andan en el limbo buscando la etiología de la diabetes en dónde no deben. Sin embargo el tratamiento debe seguir una pauta de reencauzar al organismo a que reconozca nuevamente los endulzantes naturales mediante lo que he denominado “reseteo pancréaticoneurocerebral”, el cual se trata de un proceso de desintoxicación e ir empezando a introducir gradualmente los endulzantes naturales con miel de abejas (no trasgénica), melasa, panela (que no contenga aditivos químicos, menos con azúcares elaboradas con cereales y tubérculos transgénicos). Les aconsejo seguir consumiendo bebidas con endulzantes naturales(miel, melasa, panela),para que el páncreas no se vuelva perezoso y responda a éstos endulzantes naturales, lo mismo que el cerebro vuelva a recuperar su actividad neurotrasnmisora para reconocer los endulzantes naturales, para que se restablezca el suministro de insulina por parte del páncreas y el hígado pase a alamacenar la glucosa y el metabolismo redirija los excesos hacia el tejido adiposo, el cual quedará disponible como reservas de energía para desempeñarnos en nuestras actividades, o si tenemos muy poca actividad tratar de consumirla en forma de ejercicios físicos.
Además debemos consumir productos que contengan aminoácidos esenciales como la valina que ayuda a mantener en equilibrio los niveles de azúcar en la sangre pero que Infortunadamente han venido desapareciendo de nuestras dietas(ahora comprenderán los lectores el porqué muchas trasnacionales apoyan a los alimentos transgénicos) también ir evitando el consumo de productos que contienen endulzantes artificiales(consultar listado en internet: recuerden que son más de 1,5 millones de productos),de allí la campaña de la Liga de Dabéticos (irónicamente subsidiada por los fabricantes de edulcolorantes artificiales) y especialistas de recomendar los endulzantes artificiales y los productos Light.
Se ha desinformado a la comunidad al decirle que el exceso de azúcar (no especifican cuál y en qué productos se encuentran), produce diabetes, cuando los excesos de glucosa en el organismo se almacenan en el hígado como reserva de energía bajo la forma de glucógeno y el resto pasa a formar parte del tejido adiposo. Más preocupante si en alimentos de consumo masivo se adicionan “excipientes” que inhiben los precursores y síntesis de algunas proteínas.
Si nuestros gobernantes tuvieran la más remota idea de éstos procesos metabólicos, estrategias comerciales y de guerra aplicadas al organismo humano, serían más sensatos al sentarse a negociar Tratados de Libre Comercio (TLC) con países que precisamente propugnan estrategias al servicio de intereses comerciales y no al servicio del ser humano, conllevando al deterioro en la calidad de vida de nuestros pueblos, poniendo en juego nuestra salud, regalando nuestra soberanía alimentaria.
(*)Miembro CNP