Cada vez más personas tienen la oportunidad de conectarse a la red todos los días y desde cualquier parte. Internet va camino de convertirse en el medio más utilizado para informarse. Un estudio realizado por el Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo destaca la fuerza que gana como fuente de información, sobre todo en los países desarrollados y entre los más jóvenes. Uno de cada diez alemanes accede a las noticias a través de internet al menos una vez a la semana, así como uno de cada cuatro británicos.
Además, el 27% de los jóvenes entre 25 y 34 años de los países incluidos en el estudio -Francia, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos y Dinamarca- afirman que su principal fuente de información es su teléfono móvil. Los usuarios muestran mayor disposición a pagar por los contenidos que reciben en sus computadoras y en nuevos dispositivos móviles.
Aumentan la oferta y la demanda de aparatos como los Smartphones y las tabletas con acceso a internet. Las personas acceden a noticias y contenidos desde estos dispositivos, pero también los utilizan cada vez más periodistas. Adaptarse a los nuevos formatos y ofrecer contenidos multimedia puede ayudar a paliar la crisis de las empresas de la información. Sin embargo, los cambios no deben hacerse en detrimento de la ética, de la calidad de los contenidos y del respeto al lector.
Estos nuevos formatos traen consigo un nuevo perfil de receptor, que demanda mayor actualización, debido a su acceso continuo. Pero éstos exigen también nuevas maneras de informar. Por ello, algunas empresas periodísticas evitan el error de volcar los contenidos de los formatos tradicionales en los digitales. Se adaptan a las necesidades de quienes consumen sus informaciones, y no al revés. Existe un nuevo receptor con unas necesidades diferentes a quien escucha la radio, ve la televisión o lee periódicos.
Internet ofrece a los reporteros la posibilidad de retransmitir eventos en tiempo real gracias a redes sociales como Facebook o Twitter y a secciones actualizables dentro de su propio medio. Además, su capacidad para introducir audio y vídeo exigen un viraje hacia contenidos multimedia, más adaptados al consumidor de noticias digitales. Las redes sociales se han consolidado como medio de distribución. Muchos medios ya establecen divisiones en franjas horarias para llegar a una audiencia lo más amplia posible, en distintos continentes. Investigan qué tipo de usuario navega las redes en esas particiones de tiempo, cómo en su día se hizo con la radio y la televisión. No tiene sentido ofrecer informaciones destinadas a adultos en las horas en las que no se conectan a internet.
La correcta adaptación a los nuevos formatos y canales de distribución pueden ayudar al periodismo a adaptarse de forma definitiva a internet ya que, hasta ahora, lo que se ha intentado es que los medios tradicionales salten a la red, sin adaptar los formatos y los contenidos a las necesidades de los usuarios digitales.
Pese a ser una oportunidad y una realidad en el mundo desarrollado, sólo un 30% de la población global tiene acceso a internet, según el portal Pingdom. Existen amplias áreas en América Latina, África y Asia donde la red aún no llega. Pese a las oportunidades que traen las nuevas tendencias, no se pueden desechar los medios tradicionales, sobre todo en zonas donde el consumidor digital no existe. En estas partes del mundo, como en el resto del planeta, la clave está en adaptarse al entorno y al receptor. La finalidad del periodismo aún consiste en llevar información veraz a quienes la demandan.
Los nuevos formatos ofrecen nuevas oportunidades pero también exigen nuevas formas de informar. Las empresas periodísticas han de mantener la calidad y veracidad de las informaciones y adaptarse al receptor. De quien lee, escucha y observa las informaciones, es de quien depende en realidad su éxito y su acogida.