Pareciera que ha llegado la hora de destronar al Reportaje como “el género de géneros”, es decir, que contiene a todos los otros formatos periodísticos, como la Nota informativa o Noticia, la Entrevista, la Crónica y la Opinión.
El Reportaje es el rey, porque es el género que más profundiza en un hecho, hasta el extremo de reconstruir minuciosamente –como dice García Márquez-- algo que ha ocurrido, por lo que requiere de periodistas especiales, con una personalidad disciplinada y perseverante, verdaderos investigadores con un olfato desarrollado para identificar y seguir, sin desistir jamás, las pistas relevantes, y lograr poner al descubierto, por ejemplo, un asunto podrido que había sido ocultado.
¿Pero cómo se escribe un Reportaje? Como una historia, como un cuento, es decir, como una Crónica, y lo mismo está ocurriendo con la Noticia y la Entrevista Interpretativa, aquella que no es solo preguntas y repuestas, sino que el periodista interviene con su capacidad de observación y descripción, con su prosa exquisita de ribetes literarios, como las de Matilde Córdoba.
En todo el mundo los diarios están abandonando la Nota Informativa escrita bajo el esquema de la pirámide invertida (de lo más a lo menos importante, respondiendo cinco preguntas: ¿Qué, Quién, Cómo, Dónde y Cuándo?, y se podría agregar ¿Por qué?).
Este esquema está siendo sustituido por una Noticia escrita como Crónica, como una historia, desde el periodismo narrativo, con un despliegue de habilidades de escritura y de sello personal del periodista, lo cual no está reñido con el apego a la esencia de los hechos. El inicio generalmente es con la acción de una persona, lo que produce un cúmulo de emociones.
Con la Noticia escrita como Crónica, los periodistas logran hacerla más atractiva e impactante, más creíble y persuasiva, y, sobre todo, construyen retratos o pinturas mediante el enlazamiento creativo, habilidoso y adecuado, de palabras, ideas y frases, con lo que los medios escritos pueden entonces competir con el poder de las imágenes de la televisión.
La entrevista tiene un doble rol: uno es como herramienta para conseguir información, la cual se publica en un género o formato periodístico que puede ser Noticia, parte de una Crónica o un Reportaje, o es servida a las audiencias en el formato Entrevista como género periodístico.
Como género, la Entrevista puede ser en forma de preguntas y respuestas que exige capacidad de síntesis y de organización de los contenidos—o como una Entrevista Interpretativa, de mayor riqueza porque requiere capacidad de observación, saber escuchar, de narración y descripción, así como de habilidades escriturales mediante el dominio de figuras y técnicas literarias. Y se convierte en Crónica.
En el género opinativo, artículos, comentarios y especialmente el ensayo, pueden ser escritos como Crónica.
Tenemos entonces una fusión de géneros periodísticos. Un ejemplo es la crónica memorable, “Frank Sinatra tiene gripe”, del talentoso periodista norteamericano Guy Talesse, producto de una serie de entrevistas a personas de su entorno cercano, del seguimiento durante varias semanas al famoso cantante y de la lectura de una montaña de entrevistas y artículos sobre él.
El escrito es tan exhaustivo, aborda de modo tan completo los ángulos y momentos más relevantes de Frank Sinatra, que el material es un Reportaje, pero está escrito de una forma tan creativa, sobre todo mediante la narración y con un lenguaje literario, que también se trata de una Crónica.
Concluimos pues, que, tanto la Noticia el género básico del periodismo, como la Entrevista, el Artículo, el Comentario y el Ensayo, hasta el Reportaje, son redactados como Crónica, la que, por cierto, nada tiene que ver con la cronología de los hechos, como en su inicio, sino esencialmente con la belleza maravillosa de la escritura creativa. ¿Cuál es entonces “el género de géneros”: el Reportaje o la Crónica, o ambos?
(*) Periodista y docente.