Un fondo buitre es un conjunto de recursos (en dinero) destinado al capital de riesgo o fondo de inversión libre que invierte en una deuda pública de una entidad considerada débil o próxima a la quiebra.
El metafórico nombre compara a estos inversores con los buitres sobrevolando rapazmente, a la espera de proyectarse sobre los restos de una compañía que se debilita rápidamente; o, en el caso de las deudas soberanas de un país deudor.
Los operadores de mercado prefieren evitar este apelativo con negativa connotación, y en su lugar los llaman distressed debt o “fondo de situaciones especiales” (special situations funds, en inglés).
Los fondos buitre se centran en deudores corporativos y en deudas soberanas estatales. Ejemplo de ello es el reciente caso de Argentina, donde dichos fondos adquirieron una significativa porción de deuda pública externa a bajos precios (a 20% de su valor nominal), e intentaron que les pagaran cuando explotó su crisis económica de 2001.
Un sólo fondo buitre administrado por Kenneth B. Dart, heredero de la fortuna de la Dart Container, reclamó 700 millones de dólares en un juicio contra el gobierno argentino.
El 2 de junio de 2012, la fragata Argentina “Libertad” partió de Buenos Aires en el marco de su 43 viaje de instrucción, con una tripulación de más de 300 militares, entre ellos invitados de Chile, Perú, Uruguay y Venezuela.
Su retorno estaba programado para diciembre, pero la nave fue embargada por orden judicial el 2 de octubre, al hacer escala en el puerto de Tema, Ghana, en el norte de África, ante una demanda del fondo de inversión NML Elliot, tenedor de bonos argentinos en moratoria desde fines de 2001 (holdouts) cuyo pago reclama a Buenos Aires.
La fragata escuela Libertad, permaneció embargada 78 días por la demanda del fondo especulativo NM Capital, quien reclamó más de 300 millones de dólares por un impago de la deuda argentina. Argentina se refiere a dichos fondos como “fondos buitres” porque compran bonos devaluados o en cesación de pagos para luego demandar frente a cortes internacionales su pago total.
El buque escuela de la Armada Argentina “Libertad”, llegó finalmente al puerto de Mar del Plata, tras haber permanecido durante más de dos meses retenido en Ghana. El Ministro de Defensa argentino, Arturo Puricelli, enfatizó: “Se ganó la batalla contra lo peor de las especulaciones financieras”.
El gobierno decidió repatriar a gran parte de la tripulación del buque en el cual sólo permanecieron el capitán y 43 marineros para garantizar su funcionamiento. Tras el fracaso de las gestiones políticas con el país africano, Argentina denunció el caso ante el Tribunal Internacional del Mar, una Corte de la ONU que el pasado 15 de diciembre falló ordenando su liberación por considerar que la retención era ilegal. Ghana acató la orden y permitió que el buque partiera el 19 de octubre de regreso a su patria, luego que Argentina enviara refuerzos a la tripulación.
El mes pasado (diciembre 2012), los acreedores obtuvieron un fallo de una corte estadounidense en su favor, el cual ordenó a Argentina pagar 1.300 millones de dólares a tenedores de bonos soberanos que rechazaron una reestructuración de deuda en 2005 y 2010.
Argentina invocó ante el Tribunal Internacional del Mar, con sede en Hamburgo, la inmunidad a los buques de guerra frente a dichos reclamos, otorgada por la legislación marítima.
Sin duda la enseñanza principal en este controvertido asunto es que las naciones, como las personas, deben de vivir de acuerdo con lo que producen y la riqueza que cada uno genera; y no vivir bajo la máscara de una ficta bonanza basada en el endeudamiento de cualquier clase, lo cual conduce a la ruina.
* Diplomático, jurista y politólogo