Estados Unidos, que desde la Guerra del Golfo de 1991 mantenía tropas en Arabia Saudí, teóricamente retiró todos sus efectivos militares en 2003. Recientemente diversos medios informaron, que la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA por sus siglas en inglés), los dos últimos años ha mantenido en territorio árabe una base secreta de aviones mejor conocidos como drones. Un dron es un vehículo aéreo no tripulado, usado en aplicaciones militares y en asesinatos selectivos de terroristas, incluidos ciudadanos estadounidenses.
Según The New York Times, oficiales del Ejército de Estados Unidos confirmaron que la primera vez que la CIA utilizó la base secreta, fue en septiembre de 2011, en Yemen, en una misión para matar a los estadounidenses, Anwar Awlaki y Samir Khan, supuestos operativos de Al Qaeda, no acusados de delito en su país. Desde entonces, según el diario, la Agencia tiene asignada la misión de ultimar a “objetivos de alto valor”, término utilizado en el lenguaje militar estadounidense para denominar a dirigentes de organizaciones terroristas.
La Casa Blanca argumentó que los operativos para matar a ciudadanos estadounidenses en el exterior son “legales, éticos y sensatos”, si dichas personas suponen “una amenaza inminente de ataque contra Estados Unidos” y su captura es imposible. Tal posición, se basa en un informe legal recién difundido y elaborado meses antes del ataque contra Al Aulaki, en el que también murió su hijo de 16 años y otros tres estadounidenses.
Según un documento secreto del Departamento de Justicia revelado por NBC News, compuesto de 16 páginas, sin firma ni fecha, el gobierno de Barack Obama en su guerra contra el terrorismo, se arroga el derecho al asesinato extrajudicial (o sea, sin cargos formales, sin juicio y sin orden judicial) incluso en contra de ciudadanos estadounidenses en cualquier parte del mundo; altos funcionarios del Ejecutivo consideran que el blanco es un alto líder operacional de Al Qaeda o grupos asociados que representen inminente amenaza de un ataque violento contra Estados Unidos, aunque no haya evidencia de participación en un complot activo en contra de su país, expresa la más pormenorizada justificación legal.
El Departamento de Justicia es de la opinión que una operación letal contra un ciudadano estadounidense cuya conducta se enmarque dentro de este presupuesto sería un acto legítimo de autodefensa nacional que no violaría la prohibición contra asesinatos. En este contexto, el uso de fuerza letal contra un individuo que es un objetivo militar legítimo, congruente con las leyes de guerra, sería legal y no violentaría tal prohibición.
El documento realmente es escalofriante. Argumenta que el gobierno tiene el derecho de realizar la matanza extrajudicial de terroristas e incluso de conciudadanos; “asesinato preventivo” que transgrede flagrantemente la ley internacional y la estadounidense.
La matanza deliberada es violatoria de las convenciones de Ginebra, es un crimen de guerra, la Constitución de los Estados Unidos prohíbe que el gobierno prive a cualquier persona de su vida “sin el debido proceso de ley.” Ejecutar a alguien con un dron ciertamente infringe la norma.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés), la mayor organización sin fines de lucro de ese país, otros grupos de defensa de derechos civiles y varios legisladores federales, han presionado al gobierno de Obama para divulgar justificaciones legales secretas para las misiones letales en el extranjero, realizadas por aeronaves no tripuladas o drones que se han convertido en las armas antiterroristas preferidas del actual gobierno.
Tales revelaciones respaldarán el debate sobre el progresivo uso de drones para asesinatos de extranjeros y estadounidenses en otros países. NBC News reporta que sólo en Pakistán y Yemen se han realizado más de 400 misiones de este tipo en los primeros cuatro años del gobierno de Obama instaurando así una nueva ética de la guerra por las bajas civiles que provocan, sin detenerse a pensar si la fuerza letal era el último recurso para abatir a un terrorista desestimando su captura en otra oportunidad y bajo otros medios.
Esto fue suscitado antes de que John Brennan, asesor antiterrorista de Obama en contraespionaje y promotor del uso de drones (estrategia de asesinato selectivo), nominado jefe de la CIA, prometiera ante el Senado buscar equilibrio para mantener la seguridad del país, permitiendo una mayor fiscalización legislativa de las operaciones secretas de la agencia. Pero no prometió suspender los asesinatos preventivos de los inocentes.
* Diplomático, jurista, y politólogo.