“Varón de 35 años y urbano, que tarda de media más de 10 años en pedir ayuda profesional”. Éste es el perfil medio de la persona adicta en tratamiento, un retrato que se ha obtenido a través de un estudio pionero en España: Observatorio Proyecto Hombre sobre el perfil del drogodependiente. Informe 2012.
Esta iniciativa nace en nuestro trabajo en pos de la prevención, tratamiento y rehabilitación de las personas con problemas de drogodependencias y adicciones, desde hace casi 30 años.
Este observatorio rompe mitos, ya que significa una ruptura con el imaginario colectivo español que, usualmente, asocia el perfil del drogodependiente al del heroinómano opoliconsumidor, fruto de esa imagen de los años 80. El estudio desvela que prevalece el consumo de alcohol y la cocaína, mientras se aprecia que la heroína tiene menor relevancia como sustancia principal. En cuanto al modo de consumir las drogas, la vía de administración “inyectada” se convierte en minoritaria frente a la vía oral, la nasal y la inhalada.
Hemos determinado la existencia de cuatro perfiles distintos que varían en función del tipo de sustancia consumida: alcohol (41,7%); cocaína (31,4%); heroína (5,1%) y policonsumo (12%) y cannabis (7%); cuatro perfiles que muestran que la persona en tratamiento es un varón de 35 años y urbano, que tarda de promedio más de 10 años en pedir ayuda profesional, sin minusvalorar los problemas de adicciones en el medio rural o en los adolescentes.
En estos años han variado muchos aspectos en el terreno de las adicciones. La drogodependencia fue considerada tabú. Hoy comprobamos cómo ha crecido el respaldo institucional. Una parte importante de nuestro trabajo es la sensibilización social y este Observatorio Proyecto Hombre cuenta con la financiación de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, el asesoramiento de la Universidad Complutense de Madrid, y la colaboración de una entidad bancaria a través de su obra social.
Queremos seguir trabajando en esta línea, más aún en estos tiempos de crisis que corren. Nuestro trabajo se concentra en la prevención, la rehabilitación y el descenso de las cifras de drogodependencia, a través de trabajos con personas. Por eso, queremos subrayar la importancia de que los agentes sociales se sumen a esta causa.
Tras la realización de este Observatorio, podemos constatar con datos la correlación entre consumo de drogas, fracaso escolar y consecuencias graves en la trayectoria vital, poniendo de manifiesto el bajo nivel formativo de los usuarios, con independencia de ser hombre o mujer, alcanzando un porcentaje de personas sin estudios de un 51% o solo con estudios básicos (28%). Asimismo, es destacable el hecho de que casi la mitad de los entrevistados forma parte del circuito laboral, ya sea con trabajo o cobrando el desempleo.
También hemos refrendado a través de esta encuesta que una de las líneas fundamentales de trabajo que tiene a la familia como uno de sus “pilares” básicos de funcionamiento, apoyo y recuperación de la persona es imprescindible en la rehabilitación.
No debemos perder el foco de nuestra misión: la prevención y la rehabilitación y la inserción socio-laboral. Consideramos que estudios como éste se convierten en una herramienta innovadora e imprescindible, puesto que favorece la intervención temprana sobre los problemas, la mejora de la calidad en las atenciones, aumenta la eficacia de las intervenciones, y las hacen adecuadas para los usuarios reales. Seguiremos sensibilizando sobre los problemas relacionados con estas adicciones, porque nuestro motor son las personas, a quienes nuestro equipo de 1.200 profesionales y 2.500 voluntarios, dedicamos nuestra actividad solidaria, y lo dedicamos con el mismo espíritu con el que nacimos. Ese espíritu no ha cambiado.