En el centro de Europa, criminales obligan a las personas que buscan una mejor oportunidad de trabajo a trabajar como esclavos, lo que se convierte en un lucrativo negocio que genera a los contrabandistas por lo menos 35 billones de Euros al ano.
Arianne, una adolescente de 15 anos originaria de Albania, donde residía con su familia hasta que conoció a Barim, es una de estas víctimas. El jóven diez anos mayor que ella, le ofreció trabajo en una fábrica de químicos en la ciudad de Florencia, Italia.
Dos días después de haber arribado a Florencia e instalarse en el apartamento de su amigo, la muchacha descubrió en uno de los closed una bolsa grande llena de condones y vestimenta que usan las trabajadoras sexuales en los burdeles.
Arianne nunca había visto un condon y cuando le preguntó a Barim que significaba todo aquello, el jóven le dijo que le pertecía a otra persona, después del fatal descubrimiento la vida de la jóven se convirtió en una pesadilla, tenía que atender a los clientes día y noche y cuando se resistía porque ya no aguantaba más era violada salvajemente y golpeada por el rufián de Barim.
La jóven intentó escapar varias veces pero el traficante siempre daba con ella, al final el criminal decidió trasladarla a un burdel en los suburbios de Londres, Inglaterra.
El ruso Wladimir de 20 anos, recibió através de una agencia, la oferta de trabajo en Europa supuestamente de traductor, el jóven firmó un contrato para trabajar en Holanda pero cuando llegó al país, se dió cuenta que la plaza de trabajo ni siquiera existía, el traficante que lo trajo a Europa le dijo que iba a trabajar transportando materiales de construcción, cuando Wladimir le reclamó por la falsa plaza de trabajo, el hombre le dijo que le debía una suma de 50 mil euros, por lo tanto no recibiría salario. pues la deuda la pagaría con su trabajo.
Arianne y Wladimir son dos víctimas del negocio de trata de personas, el tercer más grande negocio ilegal de este Siglo, después del tráfico de drogas y armas.
En Europa, el tráfico de personas se ha convertido en una epidemia después que la Unión Europea abrió las fronteras afirmó Susanne Hoff, Coordinadora de la Organización no Gunernamental Europea, La Strada. Dicha organización lucha contra el tráfico de personas para que los enganados no tengan que venir a Europa a trabajar bajo condiciones miserables.
Hoff aseguró que cuando las personas llegan a Europa, los traficantes les quitan el Pasaporte y les informan que estan endeudados con ellos por lo tanto no recibiran salario alguno hasta que cancelen la deuda de pago de pasaje y trámites migratorios.
Aproximadamente 250 mil personas son traídas a Europa ano tras ano através de la red del tráfico humano, un diez por ciento de esta suma son ninos.
La Strada tiene sede en ciudades que sirven de enlace al tráfico humano como son Bosnia-Herzegowina, Bulgaria, Macedonia, Moldavia, Polonia, Checoslovaquia, Ucraína y Russia, En Europa del oeste la organización apoya a las personas que han sido esclavizadas en los países de destino como Holanda, Alemania, Italia, Espana, Francia, Bélgica, Escandinavia y Reino Unido.
Según datos inoficiales,se estima que cada ano de las 50 mil russas que viven en el exterior, la mayoría son vendidas en Europa del oeste, en Cercano Oriente y en América del Norte como trabajadoras sexuales. En Albania por ejemplo, los padres ya no quieren enviar a sus hijas a la escuela por el temor que sean secuestradas en el camino por los traficantes.
En Alemania la red del tráfico humano tiene como tránsito a Rumania, los maleantes ofrecen a las jovenes trabajar en restaurantes por cien euros el día pero al llegar aquí el puesto de trabajo es en los burdeles de la ciudad.
En el 2007 y el 2009 se registró en Alemania la cifra de 2 mil sesenta y una personas ligadas al tráfico humano, entre los delicuentes se encontraban 909 alemanes, Las víctimas un número aproximado de 480 alemanas, 270 de Rumenia, 182 de Russia y 223 de Checoslovaquia lograron identificar a sus vérdugos.
En el 2009 por ejemplo, 150 traficantes fueron sentenciados en Alemania a penas máximas por estar involucrados en el tráfico de personas.
Arianne, la jóven originaria de Albania pudo escapar de su cautiverio y hoy con sus 31 anos, vive en Holanda donde tuvo el coraje de denunciar a Burim, hasta hoy la justicia no ha podido encontrar al rufián. Actualmente la jóven trabaja en un Hotel en Amsterdam, ahora tengo la oportunidad de ver la otra cara de la vida, manifestó la muchacha ... "ahora me siento como un ser humano, no como una esclava" agregó la menuda mujer.
Para muchos otros es muy dificil dejar la vida en cautiverio porque los traficantes le quitan el pasaporte, los amenazan con ultimar a su familia en los países de origen ó simplemente les aseguran denunciarlos como ilegales para que no intenten escapar.
