Desde hace algún tiempo hemos venido observando la forma poco seria que algunos “cazadores” se ufanan de disparar contra las palomas dejando con tal acción más deprimida la vida en la montaña. Están decididos a desaparecer la fauna.
Hemos detectado que existe una ley de Caza la cual debe revisarse concienzudamente, pues, bastó una sola “ojeada” para enterarnos que no responde a la situación actual en materia de preservar la fauna nicaragüense. Pero en el mejor de los casos lo ideal sería que los “cazadores” descontinuaran la no saludable obra de asesinar a las palomas nicaragüenses. Cuestión de conciencia.
Lamentablemente no observamos en estos “aguerridos cazadores”, que se hacen tomar fotos y las insertan en internet, la mínima simpatía hacia la fauna nicaragüense, hasta se burlan de los que por este medio hacemos lo que podemos por detenerlos y hacerles notar que no es justo seguir disparando contra nuestra fauna aunque una antigua ley los “faculte” a realizar este feo menester.(LEY DE CAZA DECRETO LEGISLATIVO NO.206 Aprobada el 23 de Agosto de 1956, Publicado en La Gaceta No.250 del 3 de Noviembre de 1956). Lo ideal sería que Los “Cazadores “promovieran la vida animal al igual como se promueve la vida del hombre y la mujer.
Es odioso observar fotos de gente económicamente pudiente con vestimenta especial para disparar a un animal de Dios que si es obra del Creador algo importante debe hacer en este mundo. Estas cosas sencillas los “matapalomas” no comprenden porque el deseo de disparar contra la vida animal puede más que la reflexión ante este fenómeno que provoca enojo, además, impotencia, pues este tema deberían abordarlo con seriedad las autoridades constituidas y no personas que nuestro único afán es amar y defender la fauna como un elemento más del universo, universo amenazado por personas carentes de amor a la naturaleza. A la vida.
El caso no concluye con los “cazadores autorizados” por una ley desfasada, el grave problema son, también, los “cazadores” llamados popularmente “garroberos”. Esta gente es la opuesta a los pudientes. Son personas muy pobres que alegan cazar lo que encuentren en la montaña- lo que han dejado de ella- ante la falta de empleo. Aquí surgen los incendios forestales, pues, por cazar un Garrobo prenden fuego al llano y Bomberos no tenemos por doquier.
Iguanas, monos, armadillos hasta la Boa es asesinada y su carne comercializada en el pueblo. Centenares de grupos que suman miles de personas están dedicadas a esta tarea a nivel nacional sin que nadie regule el quehacer de los mismos. Por caminos y carreteras usted podrá observar a grupos de hermanos sencillos con perritos sin pedigrí que “son bárbaros para atrapar garrobos” esto último aseverado por los “cazadores” de “a pincel”.
Bien. En cuanto a los “cazadores formales” les prometemos que vamos a analizar con la seriedad del caso esa vieja ley –la de 1956- y de ser necesario no dudaremos en acudir donde sea, sin faltar, por supuesto, nuestra Asamblea Nacional, a fin de reformar algo que considero ya algún Diputado debiese de haber analizado desde años atrás.
En lo referente a los “cazadores” pobres seguiremos hablando con nuestras autoridades locales y nacionales para encontrar una salida viable a este fenómeno que tanto daño le esta haciendo a la fauna nicaragüense. Algo bueno saldrá de este tema que iniciamos hoy con la promesa de promoverlo por el bien de todos y todas.
*San Rafael del Sur