Los países del BRICS ya no registran las astronómicas alzas de PIB de una década atrás
Los líderes del BRICS, críticos a la hegemonía de Estados Unidos y Europa, anunciaron en Fortaleza (noreste de Brasil) la creación de una nueva arquitectura financiera que contempla un banco de desarrollo con sede en Shanghái y un millonario fondo de reservas.
Según declaración oficial del Ministerio de Hacienda de Brasil, emitida a la clausura de la sexta cumbre BRICS, el banco de desarrollo, destinado a financiar grandes obras de infraestructura, deberá contar con un capital inicial suscrito a partes iguales de 50,000 millones de dólares, de los cuales 10,000 serán en efectivo, seguido por 100,000 millones de capital, repartido entre los países miembros.
Su primer presidente será indio y el primer presidente del Consejo de Administración brasileño. Los mandatarios del grupo firmaron un acuerdo contingente de reservas por 100,000 millones de dólares, que dijeron servirá para, “evitar presiones de liquidez a corto plazo, promover una mayor cooperación, fortalecer la red de protección financiera mundial y complementar los acuerdos internacionales existentes”.
Los países del BRICS ya no registran las astronómicas alzas de PIB de una década atrás; el nuevo banco de desarrollo es clave para impulsar su crecimiento; desarrollando la infraestructura que los cinco países necesitan y asegurando su independencia financiera.
En general, las nuevas instituciones son consideradas como un contrapeso al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional (FMI); y ejercerán un rol paralelo a ambas organizaciones.
Dilma Rousseff expresó que “Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica no pueden quedar ajenos a los grandes temas internacionales”. “El FMI precisa revisar urgentemente su distribución de poder de voto para reflejar el peso incuestionable de los países emergentes”.
Por su parte, el presidente chino Xi Jinping, agregó que “precisamos trabajar en la mejora de la gobernanza económica a nivel global. Aumentar la representatividad y la voz de los países en desarrollo”.
Rousseff indicó que pese a una disminución en el ritmo de su crecimiento, los países emergentes del BRICS, que representan el 20% del PIB mundial y el 40% de su población, “continúan siendo una fuerza motriz”.
Las instituciones financieras internacionales cuya creación proyectan los países del grupo BRICS, serán alternativas y paralelas al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional (FMI); moción recibida con gran escepticismo y desdén en Washington.
El Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de los BRICS, tendrá su sede en Shanghai, China. El presidente chino Xi Jinping y sus homólogos expresaron que no pretenden reemplazar al Banco Mundial ni al FMI, dejando claro que la idea es “mejorar el sistema de gobierno del mundo” y “ampliar” la representación de los países emergentes en las decisiones internacionales más relevantes.
Quizá tengan razón, pese al amplio abordaje sobre la necesidad de ampliar el derecho de voto de los países emergentes en el Banco Mundial y el FMI, tales instituciones no han cambiado mucho desde su creación en Bretton Woods en 1944; junto a la Organización Mundial de Comercio que sucedió al GATT.
A las economías mundiales, sobre todo a las no desarrolladas, les es vital que el acceso a financiamiento internacional no esté monopolizado por organismos internacionales, hegemonizados por la trilogía imperialista de Estados Unidos, Europa y Japón, y que surjan posibilidades de financiamiento de otros bloques geopolíticos.
Para las naciones periféricas es positivo contar con varias opciones, porque ello les permite un margen adicional de negociación con los distintos bloques y potencias. Al parecer esta cumbre reafirma la transformación del término BRICS, de una etiqueta financiera a una arena geopolítica de disputa de las instituciones de poder internacional.
Las potencias geoestratégicas emergentes no buscan provocar abiertamente el derrumbe del dólar, pues le necesitan mientras no se hayan desacoplado totalmente de él.
Pero el mundo actual es otro, los BRICS sostienen que su Nuevo Banco de Desarrollo será idóneo para ayudar a los países en desarrollo. El problema no es ser emergente, sino independiente.
*Diplomático, jurista y politólogo.