Seguiremos trabajando para que los intereses de unos pocos no se antepongan a la protección de este entorno clave del que dependemos todos
Lego acaba de anunciar que no va a renovar su contrato con Shell. Esta victoria ha sido posible gracias a la firma de más de un millón de personas que pidieron a Lego que dejase de ayudar a Shell a lavar su imagen. Shell quería esconder el riesgo que su búsqueda de petróleo supone para los últimos lugares vírgenes del planeta, pero la presión de la gente lo ha evitado.
Ahora Shell está más sola que nunca, pero avanza deprisa para poder perforar las frágiles aguas del Ártico el año que viene. Si sus planes salen adelante, solo es cuestión de tiempo que ocurra un derrame de petróleo en el Ártico. Tenemos que actuar rápido para protegerlo.
La buena noticia es que nosotros también estamos un poco más cerca de conseguir la protección del Ártico. Es una carrera en el tiempo, y sabemos que podemos ganarla. Ya tenemos más de 6 millones de firmas, hemos llevado la petición al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y muchos países y organismos internacionales están cambiando su actitud y comienzan a ser conscientes de la necesidad global de defender el Ártico.
El anuncio de Lego es importante porque es un mensaje claro a otras marcas de que aliarse con ciertas empresas es demasiado tóxico. La gente no lo va a aceptar. Seguiremos trabajando para que los intereses de unos pocos no se antepongan a la protección de este entorno clave del que dependemos todos.
