En las elecciones ecuatorianas del 15 de Octubre encontramos a ese país dividido, al igual que el resto de la región, en candidatos que expresan tres polos políticos: liberal, socialdemócrata y antiimperialista.
Cintia Viteli y Álvaro Noboa representan el modelo pro-libre comercio, el mismo que gobierna la mayor parte de los países que están al norte de su república: desde Colombia hasta México. León Roldós propicia la alternativa socialdemócrata, la misma que siguen Perú, Chile, Uruguay, Costa Rica y Brasil. Rafael Correa es el seguidor del camino ‘bolivariano’ que mantienen Venezuela y Bolivia.
Al igual que como pasó en el Perú vemos que en Ecuador quien amenaza con encabezar la primera ronda es un nacionalista de izquierda que se enorgullece de sus lazos con Chávez, en segundo lugar va la ‘izquierda democrática’ afiliada a la internacional socialista y en tercer puesto va una centro-derecha que, por no presentarse unida, apunta a ser descalificada del balotaje.
Rafael Correa ocupa un similar espacio político al de Ollanta Humala. Ambos plantean rescatar la soberanía nacional y renegociar con los inversionistas extranjeros. Correa plantea reducir los pagos de la deuda externa (incluso amenazando con una moratoria) y desmantelar la base norteamericana de Manta (la cual, según él, solo aceptaría si los EEUU le permiten poner una base ecuatoriana en Miami).
León Roldós, al igual que su compañero Alan García, plantea una posición equidistante de la derecha pero también del chavismo. Su estrategia pasa por impedir que Correa gane en primera vuelta con más del 40% de los votos y diez puntos de ventaja, con lo cual lo forzaría a una segunda vuelta, en la cual, tal como lo hizo García, él buscaría llegar a palacio con los votos conservadores.
Si uno de estos dos últimos no se retira es probable que tengamos un escenario similar al peruano. Esto significa que Ecuador pase a una segunda vuelta en la cual las fuerzas pro-libre mercado llamen a parar al ‘bolivarianismo’ optando por un ‘mal menor’ que sería la socialdemocracia. Así Roldós podría repetir el plato de García y (también del tico Oscar Arias) haciendo que los ‘socialistas’ llegan a la presidencia con los votos conservadores.
Para Correa es vital obtener más de 10 puntos de ventaja y sobrepasar el 40% en primera vuelta para evitar ir a un balotaje donde podría pasar una alianza de todos los derrotados contra él.
También existe aún un escenario tipo Bolivia en el cual la derecha logre entrar a una segunda vuelta. En ese caso tendríamos que muchos votantes socialdemócratas pudiesen preferir llevar a la izquierda a palacio antes que optar por lo que ellos llaman ‘neoliberales’, con lo cual las elecciones podrían ser más polarizadas, pero donde Correa tendría mejores posibilidades. |