La Escuela Austriaca de Economía permanentemente se ha dedicado a evidenciar los errores del socialismo, hasta el punto de que se ha llegado a decir que existe el teorema de la imposibilidad del socialismo, por lo menos, en la teoría económica de dicha escuela. Desde sus inicios al presente, el concepto de socialismo no es el mismo. Ha cambiado. Ha evolucionado, para algunos. Se ha adaptado, para otros.

Aquí, por ahora, no entraremos en las definiciones, las cuales no solo van con el tiempo y circunstancias, sino con los lideres, intereses, grupos, realidad, utopías, etc., etc. En otras oportunidades iremos hacia ellas.

Por los momentos, a nivel planetario, por estos tiempos, se suele identificar el termino socialismo con toda acción de un gobierno que afecte la economía privada, que intervenga la economía privada, independientemente si se llama socialdemócrata, de derecha, militar, de izquierda, autócrata, confesional, etc. Por ejemplo, Ludwig Heinrich Edler von Mises o Ludwig von Mises, 1881-1973, Ucrania, califico de “comunista-militar” al régimen Inca, existente, según el, antes de la conquista, en Perú. Y, Jesús Huerta de Soto, 1956, Español, considero como “ingenieros sociales cientistas” al rey Alfonso X, “el Sabio”, y al Conde Duque de Olivares.

Pero cuanto tenemos a nuestra vista, ahora, aquí cerca, es la isla de Cuba, en donde se practica el socialismo, comunismo desde hace 48 años, desde 1958, de donde las personas huyen, arriesgan sus vidas, porque los tienen presos y esclavos y, en donde, además, cuentan los fugados, las personas sufren necesidades, hambre y no pueden expresarse ni salir ni entrar libremente en ningún sentido, a ninguna parte.

Esos son algunos de los efectos malévolos del socialismo, comunismo que tenemos frente a nuestros ojos, después de 48 años, porque consiste, básicamente, en impedir el libre ejercicio del comercio y de la empresa y de la acción humana en particular. Impide que las personas usen sus conocimientos y coordinen sus propias relaciones sociales porque se les pretende imponer una dirección desde el régimen dictatorial. Se les impide dedicar sus conocimientos para usarlos dentro del sistema económico. La dictadura socialista, comunista pretende y quiere, aquí en Venezuela, que las personas no realicen sus planes, sus sueños, sus aspiraciones. Quiere que hagan lo que el régimen planifica para ellos. Lo que esta en su plan. Los obliga a realizar el plan preconcebido, sin importarle la aspiración y deseo individual. O sea, un esclavo, un nuevo tipo de esclavo en concordancia con el tiempo.

Friedrich Hayek, 1899-1992, austriaco, en dos de sus libros, los cuales recomendamos leer, “Camino de servidumbre” y “La Fatal Arrogancia”, expone suficientes razones y ejemplos bien documentados por las cuales un régimen, un dictador, un gobernante, un grupo directivo, un comité, un buró, etc., no dispone ni dispondrá de toda la información económica requerida y necesaria para hacer y/o regimentar, planificar, toda la economía de un país. Eso ya se sabe por la experiencia de URSS, de CHINA, de CUBA, etc., de todo aquel país que lo ha intentado hacer. Ahí, la historia.

F. Hayek sostiene que el socialismo es un error intelectual y es un imposible teórico y practico. Es lo que se ha dado en llamar “el teorema de la imposibilidad del socialismo”. Da cuatro argumentos:

1. El socialismo pretende, en lo económico y en la vida ciudadana, planificar todo. Todo y total. Desde que usted nace hasta que lo entierren. Su medio ambiente, pensamientos, deseos, etc. Todo. Eso genera y maneja un enorme volumen de información. ¿Puede una sola mente, única voz, gestionar tal volumen de información? ¿Lo puede hacer un comité y en cuanto tiempo? El tiempo para recabar la información, procesarla, planificar, acopiar recursos y luego ejecutar y evaluar, en ningún caso, alcanzara para una generación. ¿Entonces? ¿Esclavos para quien?

2. Esa información necesaria para planificar cambia a cada momento, cada día, por lo tanto tiene un carácter subjetivo y esta y pasa por la mente de muchas personas, difícil de armonizar y articular.

3. Esa información necesaria para planificar todas las actividades humanas y, en especial, la actividad económica es incompleta. Se planifica para el futuro, pero el futuro no ha llegado. Se carece de la información futura para planificar sencillamente porque no se ha creado, no ha ocurrido. ¿Se recurre a las dotes adivinatorias o de Dios para develar el futuro? ¿A la fe ciega en alguien? ¿Dónde queda la libertad de pensamiento y de acción?

4. Para hacer cumplir tamaña planificación se requiere la fuerza bruta, no hay otra manera. Al emplear la fuerza bruta se disloca el proceso económico. Aparece la corrupción. Tanto la generación de información como su transmisión son “intervenidas” por la corrupción. Luego todo marcha mal. Y al caos, con toda seguridad. Tal como paso en la URSS, en China, y esta pasando en Cuba. ¿Y, esa es la propuesta del socialismo del siglo XXI para Venezuela? ¿Ese es el cínico e hipócrita amor por Venezuela? ¿Usted, apreciado amigo, esta dispuesto a apoyar este régimen para que lo esclavicen, ahora, luego a sus hijos y nietos? Muévase, entonces. Organícese para evitar tamaña ignominia, tamaño crimen de lesa humanidad contra nuestra gente, contra nuestro pueblo. ¿Por qué a tamaños criminales no se les ha juzgado internacionalmente? ¿Quién se “traga” esa farsa con los rehenes del hermano país? ¿Y los rehenes venezolanos? ¿Y los secuestrados venezolanos? ¿Y los que pagan “vacuna” dentro del territorio nacional? No al comunismo. Si a la libertad. ¡Es hora y momento de cambiarlo! ¡Cambiarlos a todos! ¡No tienen el respaldo del pueblo! ¡Hay que hacerlos renunciar, ahora! ¡Restablezcamos la democracia plural!

“Todas las personas, por muy fanáticas que puedan ser en sus diatribas contra el capitalismo, implícitamente le rinden homenaje al clamar apasionadamente por los productos que crea. Ludwig von Mises”.